La entrevista de los tres grandes jefes revolucionarios, en el reinicio de la guerra de 1895, tuvo lugar en la finca La Mejorana. En este encuentro se expresaron diversas opiniones sobre la estructura que debía acordar la Revolución, es decir, sobre la organización civil futura de la Revolución y el combate en la manigua. Maceo abogaba por sobredimensionar el aspecto militar del proceso nacional liberador, Martí apoyado por Gómez, abogaba según su tesis “El Ejército, libre; y el país, como país, y con toda su dignidad representado”, lo que equivale a decir, un justo equilibrio en que el Ejército por acciones y estructuras civiles, pero donde estas tuviesen su imprescindible función garantizada. En esta entrevista, posiblemente, se hablara de la imperiosa necesidad de impulsar la invasión a occidente. La entrevista terminó, sin que Maceo estuviera plenamente convencido de la validez de los criterios de sus colegas. Poco después, al entrar Gómez y Martí en el campamento de Maceo fueron recibidos con gran afecto y merecidos honores militares.
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