La igualdad entre mujeres y hombres solo se puede alcanzar a través de la implicación de todos los estamentos, organizaciones, instituciones y los propios ciudadanos. En ello tienen también un importante papel los medios de comunicación, y las formas en que se establecen relaciones comunicativas con ambos sexos. Por eso, en este artículo vemos qué es necesario para poner en práctica una comunicación con perspectiva de género.
¿Qué es la comunicación con perspectiva de género?
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) define la perspectiva de género como “aquella forma de ver o analizar que consiste en observar el impacto del género en las oportunidades, roles e interacciones sociales de las personas“.
Por tanto, si extrapolamos el párrafo anterior a la perspectiva de género en comunicación, se podría definir como aquella visión que trata de referirse a hombres y mujeres desde una perspectiva equitativa e igualitaria, sin usar sesgos de género o estereotipos que redunden en las desigualdades entre sexos.
En este sentido, la comunicación con perspectiva de género se basa en el uso de un lenguaje no sexista e inclusivo, y la adecuación de los mensajes comunicativos a una idea global de igualdad entre hombres y mujeres, basada en la transversalidad de género.
¿Por qué es necesario adoptar la perspectiva de género en comunicación?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que existen diferencias biológicas entre mujeres y hombres, y que también existen diferencias en el modo de socialización entre ambos sexos. Esto provoca que los roles de hombres y mujeres en comunicación no sean los mismos, y que, de hecho, mujeres y hombres no se comuniquen de la misma manera.
Por ejemplo, existen diferencias en el modo de usar el lenguaje verbal y no verbal, en la manera en que se presta atención al mensaje y su contenido, o al interés que suscitan diversos temas en los distintos sexos.
Sin embargo, esto no debe ser un impedimento para que la comunicación sea igualitaria, en el sentido de no otorgar preferencia a un sexo sobre otro, o utilizar sesgos comunicativos basados en estereotipos o roles arcaicos que se deben dejar atrás.
También se debe valorar el importante papel que tienen los medios de comunicación en la perspectiva de género. En este caso, también existen diferencias entre los modos de uso de los medios por parte de mujeres y hombres. Por ejemplo, en los canales utilizados, los formatos a los que se recurre, o en los horarios o frecuencia de acceso a los medios.
A su vez, cuando hablamos de medios digitales, también es necesario remarcar que sigue existiendo una brecha de género manifiesta. Por ejemplo, sigue existiendo una diferencia favorable a los hombres en cuanto al uso del ordenador e internet, y esta diferencia se hace todavía mayor en lo relativo al uso de dispositivos avanzados como televisiones inteligentes o dispositivos similares.
Claves para una comunicación con perspectiva de género
Una de las claves más importantes para garantizar una comunicación con perspectiva de género es el uso de un lenguaje inclusivo que fomente la igualdad y que elimine los estereotipos de género. Este lenguaje no sexista se basa en expresarse oralmente o por escrito de una manera que no se discrimine a un sexo, grupo social o identidad de género en particular.
El uso de esta lenguaje inclusivo no debe limitarse al uso de la palabra oral o escrita, sino también al uso de las imágenes. Es importante ser consciente del significado de las imágenes y garantizar que carteles, folletos, guías o cualquier otra imagen audiovisual no contenga imágenes que, de forma expresa o tácita, ahonde en los sesgos de género o en estereotipos.
Estas imágenes también se puede emplear para fomentar ideas inclusivas y romper con los roles o estereotipos de género que existen actualmente. Por ejemplo, cuando se habla de ingenieros o personas de negocios, se suelen utilizar imágenes de hombres, pero cuando se trata de enfermeras o de personal sanitario, se suelen emplear imágenes de mujeres. Una manera de abogar por la representatividad de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad y su aportación en todos los ámbitos de la sociedad sería que las imágenes contribuyeran a cambiar este tipo de estereotipos y roles de género.
Otra manera de fomentar la comunicación con perspectiva de género sería poner ejemplos de proyectos o iniciativas desarrolladas por mujeres, hablar de empresas dirigidas por mujeres, o empresarias que han llegado al éxito, de manera que se contribuya a romper ese estereotipo del hombre como el único que puede ser director de grandes compañías o empresario exitoso.
Por otra parte, también es importante diversificar los canales de difusión de información, para hacer partícipes de ellos a asociaciones de mujeres o empresarias, de manera que el sexo femenino pueda acceder u ofrecer información con las mismas posibilidades que el masculino.
Si hablamos de comunicación con perspectiva de género en la empresa, se debe traducir en la creación de un código ético y unas pautas de conducta. Se debe aplicar la comunicación con perspectiva de género en todas las áreas de la empresa, y en todos los documentos corporativos. Para ello, será necesario la implicación de toda la organización, desde el último trabajador hasta los altos directivos, por lo que debe ser uno de los objetivos al implantar un plan de igualdad en la empresa.
En definitiva, adoptar la perspectiva de género en comunicación es un proceso largo y complejo que requiere el uso del lenguaje inclusivo y de mensajes comunicativos que no redunden en los estereotipos y roles de género, y que pongan de relieve la representatividad de las mujeres en diferentes áreas, por ejemplo en el ámbito social o laboral.
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