La nueva etapa académica exige sapiencia popular, escucha de criterios, más participación estudiantil, efectiva gestión de las autoridades universitarias y rectificación oportuna de las desviaciones que se puedan generar
Por Naomi Calderín González y Vanessa Esther Ceregido Bicet, estudiantes de Periodismo
“Estamos próximos a iniciar el curso en un año que trae cambios significativos en la Educación Superior”. Estas palabras de Reinaldo Vázquez Zaldívar, director general de Pregrado del Ministerio de Educación Superior (MES), avizoran una etapa académica donde la sapiencia popular, la escucha de criterios, la participación estudiantil, la efectiva gestión de las autoridades universitarias y la rectificación oportuna deben ser aliados claves para lograr un resultado docente favorable en las alma mater del país.
En conferencia de prensa sobre el curso 2023, directivos del MES informaron, el pasado jueves, sobre las características del año a iniciar, las nuevas normativas de la Educación Superior y los resultados del proceso de ingreso. Alma Mater te propone un resumen de algunos elementos compartidos.
¿Qué características trae el nuevo curso?
El curso escolar 2023 iniciará el día 6 de febrero para los estudiantes de nuevo ingreso, aunque en las modalidades a distancia y por encuentro habrá autonomía para organizar el comienzo de las actividades lectivas. Los continuantes se incorporarán el día 20 del mismo mes. La excepción será el municipio especial Isla de la Juventud que, por sus características, permite al total de su matrícula empezar las clases el día 6.
“Este curso está mucho más cercano a la normalidad, pues anteriormente hemos tenido que reducir la duración por el impacto de la Covid-19. Los estudiantes de nuevo ingreso cursarán 44 semanas, 2 más que el resto del alumnado. La primera etapa, del 6 al 17 de febrero, será propicia para la realización de actividades de familiarización con el nuevo nivel de enseñanza” –explicó Vázquez Zaldívar–. “Los del último año académico realizarán sus ejercicios de culminación de estudios hasta el mes de diciembre para poder incorporarse a la vida laboral el próximo enero.
“El sistema de trabajo por año fiscal fue motivado por la pandemia, pero lo hemos mantenido por las ventajas que acarrea: alinea muchos procesos, como la determinación del presupuesto y el trabajo de postgrado, y permite una etapa de seis meses de preparación previa a los exámenes de ingreso para los alumnos de duodécimo grado. Aun así su mantenimiento lleva aprobación gubernamental”.
Para el 2023 reanudan su ciclo 122 programas de carreras universitarias, sin contar las asignadas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Dos nuevas se incorporan: Ingeniería en Transporte, con la Universidad de Cienfuegos como institución rectora; — para este año dicha especialidad será asumida por jóvenes del centro de Cuba — . La otra oferta es la Licenciatura en Ciencia de Datos, en la Alma Mater habanera.
El plan de estudios que predomina es el E, que se traduce en carreras de cuatro años, excepto Medicina, Veterinaria y las Lenguas, con una mayor duración. Todavía queda por defender el plan de la Licenciatura en Física pura, informaron los directivos del MES.
Otra particularidad de este año es la reapertura de la Licenciatura en Instructor de Arte, a partir de una solicitud del Ministerio de Cultura, y a partir de que se reanudó la formación de Técnicos Medios en esta materia. La carrera iniciará con el plan que estaba abierto e irá transitando hacia uno nuevo.
Con los seis nuevos programas que inician este año, la enseñanza universitaria cubana llega a los 58 Técnicos Superiores (TS). Actualmente es mayor la demanda de apertura de TS que de carreras universitarias, por la facilidad de formar trabajadores con alto nivel de especialización, necesaria en sectores estratégicos del país. Al respecto, Vázquez Zaldívar expresó: “Tenemos como tarea prestigiar esta figura, pues el alumnado no la ve como un nivel terminal en la Educación Superior”.
El MES se ha propuesto una serie de prioridades de trabajo para el curso académico 2023, entre ellas destacan:
· Dar seguimiento a la evaluación los planes de estudio E de las carreras y de los técnicos superiores que concluyeron la primera cohorte. “Aún se cuestiona la calidad de este plan. Debe considerarse que no se ha podido aplicar en condiciones normales dada la pandemia. Realizaremos la evaluación, pero será un trabajo sistemático y en el camino corregiremos los errores. Las causas que condujeron a la aplicación de este plan, contrario a cesar, se han agudizado: necesitamos la rápida formación de profesionales. Además, la reducción de las carreras es una tendencia internacional y los procesos de adquisición de conocimientos se han facilitado con las tecnologías actuales” –comentó el director de pregrado — .
· Crear las condiciones para exigir como requisito de graduación el nivel equivalente al B1 del Marco Común de Referencia para las Lenguas (MCRLE) de dominio del idioma inglés, para los estudiantes que ingresen en el primer año. “Durante el periodo de afectación por la Covid-19 disminuimos la exigencia, pidiendo un A2, nivel muy elemental. Ahora volvemos al B1, aunque aún no es la máxima aspiración”.
· Impulsar el desarrollo de las Ciencias Básicas.
· Incrementar el impacto social de las universidades.
· Generar una mayor cultura de innovación.
· Fortalecer más el vínculo Universidad-Empresa.
· Trabajar en la cultura económica, jurídica y financiera, así como en la educación para la salud, la sexualidad y el enfoque de género.
¿Qué aspectos recogen las nuevas normativas para la Educación Superior?
De acuerdo a las limitaciones que presentaban las resoluciones №111/2017 (Reglamento de Organización Docente) y №2/2018 (Reglamento de Trabajo Docente y Metodológico) del MES, se decidió aplicar dos nuevas normas jurídicas que integren el trabajo educativo con relación a la realidad que viven los jóvenes universitarios.
Según indican el Reglamento organizativo del proceso docente y de dirección del trabajo docente y metodológico para las carreras universitarias, Resolución №47 del 2022 del Ministerio de Educación Superior, y la Resolución 115 que regulará el nivel de educación superior de ciclo corto, el objetivo principal es respaldar a los universitarios desde el inicio, tránsito y egreso de la carrera solicitada por el estudiante.
Entre las reformas se encuentran: las sustituciones del término semestre por periodo, para permitir a las instituciones educativas organizar el proceso docente de acuerdo a sus necesidades internas; así como la realización de tres convocatorias de exámenes en cada asignatura, siempre que se cumpla con el requisito de asistencia y el aprovechamiento docente.
“Existe un cambio importante relacionado con la tipificación de los cursos diurno (CD), por encuentro (CPE) y a distancia (CaD). Ofrecemos la posibilidad de combinar la presencialidad, semipresencialidad y el trabajo a distancia en los diferentes programas. Este cambio lo valoramos a partir de la experiencia en la Covid-19 y cuanto pueden hacer el estudiantado y las instituciones desde las tres modalidades para la formación docente”, explicó Deysi Fraga Cedré, directora de Formación del profesional.
Por otra parte, el proceso de matrícula incorporó medidas más flexibles en favor del estudiante y para toda la población que desee cursar una carrera universitaria: el límite de edad para matricular en el CD es hasta los veintiocho años de edad y los estudiantes matriculados en cualquier tipo de curso se les autoriza licencia de matrícula hasta dos veces en la carrera.
Con respecto a los requisitos a cumplir, el MES aprobó medidas que priorizan la oportunidad de estudios a los jóvenes. Según la Resolución №47, los estudiantes matriculados en el CD están obligados a asistir como mínimo al ochenta por ciento del total de horas presenciales de cada asignatura. La nueva norma permitirá que los alumnos de esta modalidad con menos del 20% de horas de ausencia a las actividades presenciales de una asignatura tengan derecho a presentarse en todas las convocatorias establecidas para cada materia.
Con más del 20% y menos del 50% de ausencias en una asignatura, y de manera justificada, el estudiante puede ser autorizado, excepcionalmente, a presentarse en todas las convocatorias establecidas para cada disciplina. En caso de no ser justificado, si el decano lo autoriza puede presentarse a una sola convocatoria de las establecidas para cada asignatura.
Los que se vean imposibilitados de alcanzar el cincuenta por ciento mínimo de asistencia a las clases de Educación Física por razones de enfermedad, accidente, embarazo u otras causas muy justificadas, deben cursar dicha asignatura en otro año académico.
Una de las posibilidades más importantes de esta regulación está relacionada con el ejercicio de culminación de estudios. El rector puede eximir de dicha actividad a los estudiantes del CD que hayan demostrado una destacada trayectoria integral; un excelente desempeño durante toda la carrera avalado por las calificaciones obtenidas en las asignaturas, en la práctica laboral y en la defensa de los trabajos de curso; así como, por los resultados alcanzados en la actividad científica extracurricular con las evidencias que así lo demuestren. El estudiante culminará sus estudios con la máxima calificación.
“La flexibilidad está acompañada de alta calidad, esfuerzo y compromiso por parte de los estudiantes. Ofrecemos nuevas posibilidades para que más jóvenes egresen de las universidades siempre que demuestren la condición y el interés por los estudios”, afirmó Fraga Cedré.
¿Cuáles fueron los resultados principales del ingreso a la Educación Superior?
La entrada a las universidades es un proceso cambiante y flexible. El impacto de la Covid-19, las afectaciones al servicio eléctrico y el paso del huracán Ian afectaron los resultados académicos de los estudiantes, sin embargo, a pesar del descenso en el número de aprobados, René Sánchez Díaz, director de Ingreso, evaluó de «discretamente positivo» los resultados.
Con respecto al año anterior los datos preliminares demuestran una baja considerable, principalmente en la asignatura de Matemáticas con un 60.2% de aprobados.
Sánchez Díaz recalcó que “todos los jóvenes que se presentaron obtuvieron una plaza universitaria por lo que el otorgamiento de carreras no se ha visto afectado”.
Para el curso 2023 se ofertaron 107 767 plazas, incrementadas en 3700 con respecto al proceso de ingreso anterior. El curso diurno presentó el mayor aumento, dedicados fundamentalmente a programas de ciclo corto. Actualmente se encuentra cubierto el 84.3% de las carreras en las diferentes modalidades de cursos.
Las carreras con requisitos especiales: las de la Universidad de las Artes, Relaciones Internacionales y Periodismo mantienen el mismo proceso para ingresar. En el caso de Periodismo, Sánchez Díaz explicó que las valoraciones para que dicha carrera solo pueda ser obtenida por la vía del Colegio Universitario se hicieron con el objetivo de mejorar la calidad académica con la que se entra a la especialidad; aunque este año se ofreció a los estudiantes de duodécimo grado acceder por pruebas de aptitud.
Con muchos desafíos por delante el proceso de ingreso a la Educación Superior aspira a seguir ganando en mayor apego y satisfacción de las necesidades territoriales, en dedicar más atención a las personas en situación de vulnerabilidad y a elevar la formación vocacional como garantía de un comienzo de calidad y consciente para los que sueñan estudiar bajo el techo académico.
Tomado de la Revista Alma Mater
https://medium.com/revista-alma-mater/2023-un-curso-de-cambios-para-la-educaci%C3%B3n-superior-cubana-1be13e6d12a2
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