Acto político cultural por el aniversario XL de la universidad

«Al mundo nuevo corresponde la universidad nueva». Palabras que emanan del fundamento martiano abrieron la gala político cultural en ocasión del aniversario XL de la universidad, y que sirven de incentivo a estudiantes, profesores, investigadores y trabajadores que desde su surgimiento ayudaron a construir los pilares sobre los que descansa una institución empeñada en responder a los principales retos que se presentan en el contexto actual.
Institución que sus orígenes se remontan al curso 1977-1978 cuando se constituyó como Instituto Superior Agrícola de Ciego de Ávila. Luego en 1996 a solicitud del claustro de profesores y estudiantes del ISACA, el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministro aprueba concederle el nombre de Universidad de Ciego de Ávila. Asimismo en el 2007 el Consejo de estado aprueba otorgar el nombre de Universidad Máximo Gómez Báez a propuesta del colectivo de trabajadores y estudiantes de este centro.
Asistieron a la gala Félix Duarte Ortega Miembro del Comité Central y Primer secretario del PCC, el Dr.C. José Ramón Saborido Loidi, Ministro de Educación Superior, la Dr.C. Mirian Nicado García, Miembro del Buró Político y rectora de la UCI, la Dr. C. Celín Pérez Nájera, rectora, además dirigentes de todos los centros universitarios del país, miembros del Consejo de Dirección de la institución homenajeada, y trabajadores en general.
La Dr. C. Celín Pérez Nájera, hizo alusión a los orígenes y expresó que «la pertinencia de nuestra universidad se hará más evidente en la medida en que se preparen mejor a sus profesionales, cuya sólida formación humanista y alta capacitación científico técnica permitan la búsqueda de soluciones a los problemas que enfrenta hoy la humanidad ».
Los resultados que atesora la Universidad avileña en el quehacer académico y científico-investigativo, desde una perspectiva integral en la formación de los profesionales comprometidos con el desarrollo de la nación no fueran posible sin la presencia, desde sus inicios, de profesionales consagrados a su trabajo. El momento fue propicio para el reconocimiento de trece profesores fundadores que derrochan empeño y amor en cada tarea asignada.
La Federación de estudiantes universitarios también tuvo su espacio en voz de Dairo Mujica Barrera, presidente de la organización en el centro, quien agradeció a todos los organismos, la dirección del Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas, estudiantes y profesores que de una forma u otra han contribuido a la celebración de 40 años. Asimismo reiteró la convicción de nuestro Comandante en Jefe de que «…no hay privilegio semejante de ser jóvenes y tener por delante una gran tarea…».
El Dr.C. José Ramón Saborido Loidi, Ministro de Educación Superior se dirigió a la comunidad universitaria y en breves palabras transmitió una calurosa felicitación al claustro de profesores con la certeza de que constituyen un baluarte de la revolución en el gran objetivo de lograr una educación altísima en el territorio y en el país. En tanto las diferentes universidades de nuestro país reconocieron los 40 años de fructífero trabajo con la entrega de diferentes certificados y distinciones.
Félix Duarte Ortega Miembro del Comité Central y Primer secretario del PCC en la provincia, tuvo a su cargo las palabras centrales, y enfatizó en el impacto de la universidad en el territorio, con la inserción de numerosos profesiones en sectores importantes, expresión del trabajo mancomunado entre la institución y los organismos.
Colateral al desarrollo del acto, la plástica tuvo su espacio con la creación de dos murales en la plaza, uno que refleja las figuras de Gómez y Martí y el otro de las luchas estudiantiles en manos de artistas del territorio.
La música y la danza tuvieron presentaciones de lujo en las voces de Marlenin Pina, Oristela Pérez Betanzos, Kizandra Pujol, Grupo Coral CORAVILA, grupo Motivos personales, Conjunto Artístico Telón Abierto, y el momento más esperado con la presencia de Arnaldo Rodríguez y el estreno del tema Ya está cumpliendo 40, que hizo retumbar la plaza de aplausos y emoción, a la altura de los festejos que merece la casa de altos estudios por tantos años de quehacer profesional.