La institución científica avileña se insertará en la creación de proyectos de desarrollo local y buscará encadenamientos científico productivos con BioCubaFarma para potenciar su alcance

Al colectivo del Centro de Bioplantas de la Universidad de Ciego de Ávila “Máximo Gómez Báez” (UNICA), como a casi todo quien se dedica a la ciencia, les taladra la obsesión de ver sin demoras los resultados que salen de sus laboratorios e investigaciones aplicadas en el campo, más en una provincia de alto potencial agrícola como la avileña.

Enfrascados en varios proyectos y líneas de investigación, ni siquiera los cierres y paralizaciones ocasionados por la pandemia les impidió continuar sus procesos, propósito en el cual también formaron parte especialistas, obreros, técnicos y demás personal del área de escalado, comenta a Invasor el director general de la institución, Marcos Edel Martínez Montero.

Aunque los estudios sobre la diversificación de la piña constituyen carta de presentación por los altos impactos de su introducción en las cadenas productivas, que le hicieron merecedor del Premio a la Innovación de la Academia de Ciencias de Cuba, el alcance va mucho más allá, en la concreción de otros objetivos y programas a favor de la soberanía alimentaria y la sanidad vegetal en la agricultura del país.

La Stevia, flor de Jamaica, la obtención de plantas ornamentales y variedad de vitroplantas, son solo algunos ejemplos de que la labor del Centro de Bioplantas se extiende a otros ámbitos del relacionado al de la “reina de las frutas”.

A pesar de las más de tres décadas investigando el cultivo de la piña, temas como la espinosidad pudieran ser parte de futuros estudios

Labores de un empeño que se encamina, cada día más, a la búsqueda de cerrar ciclos desde la investigación hasta la producción y comercialización de los productos. En tal sentido, son parte de las metas propuestas para el presente año dos proyectos de desarrollo local.

La primera de tales iniciativas, aprobadas por el Consejo de la Administración Municipal del Poder Popular de Ciego de Ávila, resultará poner en funcionamiento una planta piloto para la obtención de edulcorante natural a mayor escala, a partir de la Stevia, utilizando el método desarrollado por especialistas de la entidad.

A partir de la puesta en funcionamiento de la instalación, se podrán obtener extractos de esteviósidos en estado líquido durante un primer momento, pero las proyecciones son que, una vez se cuente con la tecnología y el financiamiento para ello, llevarlos a formato sólido o polvo para su consumo. Esos extractos servirán para lograr alimentos y bebidas para las personas que padecen de diabetes mellitus, como consecuencia de que estas sustancias edulcorantes no son calóricas, y por tanto no alteran los contenidos de azúcar en sangre.

El Proyecto de Desarrollo Local también posibilitará la obtención de té de manzanilla y de flor de Jamaica mezclados con Stevia, y la producción de minidosis de jalea con alto contenido de vitamina C, muy apropiados para la población infantil. Esta última línea en cooperación con la mediana empresa privada Agroindustrial Media Luna.

Mientras que la segunda se vinculará a propagar in vitro, fomentar y comercializar el árbol de la Paulownia elongata, especie maderable de rápido crecimiento que, además de aprovecharse forestalmente y como biomasa, puede tener uso en la apicultura a partir de sus floraciones.

El año 2022 abrirá nuevas perspectivas y una proyección mayor al colectivo de esta entidad de ciencia, tecnología e innovación avileña, a partir de un convenio de colaboración con el grupo empresarial BioCubaFarma. Un propósito de ganar-ganar entre ambas partes, en que los procesos de retroalimentación permitan encadenarse y cerrar ciclos.

“Biocubafarma es de excelencia y debemos aspirar ir hacia allí. El país marcha hacia la integración y la alineación de los diversos actores en temas importantes como la medicina. Nuestro centro puede aportar resultados científicos y su aplicación en la parte biomédica, porque la materia prima de muchos medicamentos es de origen vegetal”, dice el director general de Bioplantas y a la par resalta cómo el entramado científico empresarial de BioCubaFarma puede potenciar la biotecnología vegetal, nutriéndose de la experiencia de casi tres décadas de la institución avileña.

La visita de directivos e investigadores del grupo nacional a finales del mes de enero marcará entonces las futuras directrices colaborativas, a partir del intercambio e identificación aquí de líneas de trabajo de interés común.

No obstante, durante la visita, el pasado diciembre, Eulogio Pimentel Vázquez, vicepresidente de BioCubaFarma, adelantaba algunos de los potenciales temas de cooperación conjunta, al referirse a los beneficios de utilizar esta unidad como un pivote para la obtención de semillas de un alto valor agregado, mejorar las líneas de maíz transgénico, lograr el rescate de la variedad de caña conocida como Barbado, optimizar la capacidad multiplicativa a través de medios de inmersión y realizar diagnósticos moleculares e inmunológicos de enfermedades asociadas a las plantas, con lo cual mejoraría la vigilancia fitosanitaria de la Mayor de las Antillas.

Otros de los ámbitos en que Bioplantas pudiera aportar, a decir de Martínez Montero, sería en la conservación a largo plazo de material genético de caña de azúcar, la formación de especialistas para la propagación de plantas, la implementación de nuevas tecnologías y el cierre del ciclo con cultivos hasta una estación experimental o con productores directamente en el campo.

“Ellos tienen centros importantes que producen reactivos químicos o medios de cultivos que utilizamos, entonces pudiéramos ser contrapartes para validar esos productos”, señala Marcos y a su vez destaca cómo de esta colaboración es posible llegar a una etapa superior en la aplicación biología molecular en predios avileños, además del desarrollo del potencial científico y la adquisición de moderno equipamiento.

Los premios provinciales de la ciencia y la innovación tecnológica tienen en sus listados como habituales, año tras año, a una o más investigaciones del Centro de Bioplantas, un merecido prestigio reflejado también en más de 15 Premios de la Academia de Ciencias de Cuba y el reconocimiento a los científicos formados aquí, quienes ostentan importantes galardones nacionales e internacionales, que hacen de la institución una referencia en las ciencias biotecnológicas y agrícolas.

Por estos y otros derroteros en pos de hacer patentes los resultados investigativos transitará en 2022, año de la celebración del XXX aniversario de creado del centro, la labor de estos hombres y mujeres de ciencia que, desde el fruto del conocimiento obtenido en sus seis laboratorios y más allá, continúan en su empeño de desarrollar, aplicar y ofrecer tecnologías, productos, asistencia técnica y servicios académicos de excelencia en el marco de la biotecnología vegetal.

Por Alden Fernández Días,Invasor.