Con 30 años recién cumplidos, al quehacer científico del Centro de Bioplantas, adscrito a la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, parecen no pesarle ni el paso del tiempo ni la falta de recursos que han enfrentado con una voluntad heredada por generaciones, y con la que hoy suman dos nuevas producciones orgánicas: los cálices secos de Flor de Jamaica y las hojas secas de Stevia.
Sobre estas dos adiciones a una cartera de productos que apuesta por seguir creciendo, Lelurlys Nápoles Borrero, directora de Escalado y Transferencia Tecnológica en la institución científica, precisó a Invasor que, en el caso de la Flor de Jamaica, las investigaciones iniciaron tres años atrás con la siembra de las semillas y la evaluación de las plantas y los números de cáliz, pero no fue hasta principios de 2022 que se logró comercializar la primera cosecha, adquirida por Salud Pública, para su venta a la población.
Con una única cosecha al año, entre los meses de junio y noviembre, y luego de un proceso de secado, los cálices de la también conocida como Rosa de Abicinia llegan al mercado en bolsas de 100 gramos, para facilitar su uso gastronómico y medicinal, pues, por sus propiedades beneficiosas para la salud, la medicina natural y tradicional la recomienda en el tratamiento de la hipertensión arterial, el colesterol en sangre y la diabetes mellitus.
Nápoles Borrero explicó también que, en un contexto donde ha disminuido la producción nacional de azúcar, estudios realizados por el Centro de Bioplantas han permitido validar la efectividad de la Stevia como edulcorante natural para su uso en la industria alimentaria. Si bien, por el momento, se prevé ofertar este vegetal en bolsas de hojas secas de 50 gramos —tres gramos bastan para endulzar un litro— para la preparación de infusiones que puedan usarse para endulzar otras bebidas o dulces, la intención mayor es lograr producir extractos de Stevia en grandes volúmenes para su empleo en la producción de alimentos.
En ese empeño se inscribe la aprobación de un proyecto de desarrollo local que busca poner en funcionamiento una planta piloto para la obtención de edulcorante natural a mayor escala, a partir de la Stevia, utilizando el método desarrollado por especialistas de la entidad.
En un primer momento, la instalación permitirá obtener extractos líquidos de esteviósidos, pero las proyecciones apuntan a llevarlos a formato sólido o polvo para su consumo, cuando se disponga de la tecnología y el financiamiento que lo faciliten. A partir de estos extractos podrán elaborarse alimentos y bebidas dirigidos a personas que padecen de diabetes mellitus, teniendo en cuenta que estas sustancias edulcorantes, al no ser calóricas, no alteran los contenidos de glucosa en sangre.
De cuánta azúcar puede ahorrar a la industria alimentaria el edulcorante a base de Stevia y de su efectividad, dan fe los experimentos realizados en las minindustrias de la Empresa Agroindustrial Ceballos y la Sociedad Mercantil Alimentos y Bebidas La Estancia, con la producción de jugos y néctares de mango y guayaba, y la elaboración de segmentos de piña en almíbar, experimentos que Nápoles Borrero expone como un éxito, pues, hasta la fecha, estas producciones han superado las pruebas de durabilidad en el tiempo al mantener intactos su color y su sabor inicial.
Cuando se cumplen tres décadas de que el Centro de Bioplantas iniciara su andar en el camino de las investigaciones, con el firme propósito de desarrollar, aplicar y ofrecer tecnologías, productos y asistencia técnica y servicios académicos de excelencia en el marco de la biotecnología vegetal, su director, Oscar Concepción Laffite, señaló entre los principales logros la producción de vitroplantas para la diversificación del cultivo de la piña en el territorio, proyecto gracias al que más de 216 000 vitroplantas de la reina de las frutas, en cinco de sus variedades, se han entregado a la Empresa Agroindustrial Ceballos, con la aspiración de rescatar las producciones de esta fruta, insignia de la provincia.
Entre las prioridades para los años por venir, Concepción Laffite definió el incremento de las capacidades productivas, la incorporación de nuevos productos, entre ellos los extractos vegetales bioactivos y el de Stevia, y la ampliación de los servicios científicos-técnicos, todo ello con el propósito de revertir la matriz financiera de la institución hacia el autofinanciamiento.
Asimismo, reconoció que el mayor reto para el colectivo de Bioplantas sigue estando en incrementar la introducción de resultados científicos al sector productivo, con mayor eficiencia, creatividad e integración.
Fuente: Periódico Digital Invasor
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