Han pasado 45 años de aquel trágico suceso y todavía hoy se recuerda con profundo dolor el seis de octubre de 1976, día de luto para Cuba por el horrendo Crimen de Barbados, donde dejaron de existir físicamente 73 personas a bordo de una nave de Cubana de Aviación.
Ese día le arrebataron la vida de la forma más cruel a cada una de las víctimas, y duele mucho saber que los autores intelectuales de ese vil sabotaje nunca fueron juzgados.
El terrible hecho tuvo como cabecillas a los terroristas de origen cubano Luis Posada Carriles (1928-2018) y Orlando Bosch Ávila (1926-2011), asalariados del imperio de Estados Unidos, los que fallecieron sin responder ante la justicia por sus crímenes.
La comisión investigadora y el perito cubano Julio Lara Alonso demostraron hasta la saciedad que la aeronave, un Douglas DC- 8 de fabricación estadounidense, cayó al mar a consecuencia de dos explosiones, la segunda de ellas en el baño trasero de la cabina de pasajeros, y que ocasionó el derribo de la nave.
Como consecuencia de ese acto terrorista, perdieron la vida 57 cubanos, 11 guyaneses y cinco coreanos.
A propósito de ese horrendo suceso, se estableció el seis de octubre como Día de las Víctimas del Terrorismo, una jornada para exigir que cesen la impunidad y las acciones violentas contra la nación caribeña.
Entre los pasajeros que perecieron en el abominable atentado se encontraban 24 integrantes del equipo juvenil de esgrima de la isla, los que compitieron exitosamente en el IV Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte, certamen en el que ganaron todos los títulos.
Esos jóvenes venían felices por sus éxitos y es doloroso que manos asesinas truncaran sus sueños de la manera más inhumana, por eso no podemos cejar en el empeño de luchar para que se sepa la verdad.
“El reclamo de justicia del pueblo cubano ha sido constante y sistemático, y esa es una batalla de la que nunca debemos cansarnos”, declaró a la Agencia Cubana de Noticias en una oportunidad Ileana Alfonso, hija de Demetrio Alfonso, una de las víctimas del Crimen de Barbados.
También se refirió a que la mejor manera de rendirles homenaje es recordar quiénes fueron, tanto los atletas como los tripulantes del avión, de manera que sigan siendo referencia para las actuales y futuras generaciones.
En la Mayor de las Antillas, cada año se realiza la tradicional peregrinación al cementerio Cristóbal Colón, adonde acuden familiares de las víctimas, esgrimistas y población en general.
Igualmente en otras naciones como Venezuela se recuerda el triste suceso, y es que desde el Aeropuerto de Maiquetía salió invicta la delegación cubana de esgrima, cargada de triunfos, medallas de oro y sueños, que se vieron truncados por el odio de gente salvaje e inescrupulosa.
Esos destacados esgrimistas formarán parte por siempre de la rica historia del movimiento deportivo de Cuba, que cuenta en esa disciplina con ilustres atletas de talla mundial como Ramón Fonst, Rolando Tucker, Elvis Gregory o Zuleidis Ortiz, por solo citar algunos nombres.
Para la actual generación que integra la selección nacional de esgrima, ser mejores personas y deportistas; así como también seguir el ejemplo de quienes los precedieron, será el modo de homenajearlos para hacer perdurar su legado.
Fuente: Periódico Digital Invasor
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