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Cuba evoca el legado de Vilma Espín Guillois, paradigma femenino de Cuba.

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Cuba recuerda este 18 de junio a Vilma Espín, la luchadora revolucionaria y defensora de los plenos derechos de las mujeres, cuando se cumple  el aniversario 15 de su desaparición física.

Algunos la conocieron como Vilma en la universidad,  como Deborah en la clandestinidad,  y luego en la Sierra Maestra y el Segundo Frente Oriental Frank País, pero para el pueblo de Cuba, su nombre estará siempre asociado a la fundación de la Federación de Mujeres Cubanas, a la que Vilma Espín Guillois, desde su máxima dirección, se consagró con singular empeño hasta el último minuto de su vida.

Nacida el 7 de abril de 1930 en la oriental provincia de Santiago de Cuba, en el seno de una familia de alta posición económica, Vilma, como le dicen los cubanos, defendió toda su vida la dignidad, la emancipación, la justicia y la igualdad.

Desde joven, asumió posiciones políticas revolucionarias, y participó de manera activa en manifestaciones estudiantiles tras el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 del dictador Fulgencio Batista.

Se unió al Ejército Rebelde en la Sierra Maestra cuando su vida corrió extremo peligro en la insurrección urbana y fue la esposa del primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro.

Luego del triunfo de la Revolución en 1959 fungió como conductora principal de acciones políticas y estatales para materializar el acceso pleno de la mujer cubana a sus derechos.

Vilma Espín es recordada como presidenta fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), creada en 1960 con el objetivo de impulsar políticas y programas encaminados a lograr el pleno ejercicio de la igualdad de la mujer en todos los ámbitos y niveles de la sociedad.

También integró el Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su fundación en 1965, fue diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular desde su primera legislatura y miembro del Consejo de Estado. Como consecuencia de una enfermedad que se agravó, Vilma falleció el 18 de junio de 2007 en La Habana y sus restos descansan en el Mausoleo del Segundo Frente Oriental Frank País, lugar histórico ubicado en la montaña de Mícara, en la zona oriental de la nación caribeña.

A raíz de su muerte, el líder histórico de la Revolución de la isla, Fidel Castro, expresó: ‘El ejemplo de Vilma es hoy más necesario que nunca. Consagró toda su vida a luchar por la mujer cuando en Cuba la mayoría de ellas era discriminada como ser humano al igual que en el resto del mundo, con honrosas excepciones revolucionarias’.

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