La Educación Superior Cubana en pie de lucha en defensa de la Patria, la Revolución y el Socialismo.
Compatriotas, una vez más se fraguan y ejecutan planes de agresión desde el gobierno imperialista de los Estados Unidos de América contra Cuba, en este momento impulsados por una administración que culmina su mandato luego haberse consagrado durante cuatro años a practicar, hasta las últimas consecuencias, la fallida política de destruir la Revolución Cubana por medio del estrangulamiento de la vida económica y social del país y causar el mayor malestar posible a nuestro pueblo, y desde ésa base, desatar la aplicación de los conceptos perversos del manual de guerra no convencional con el que han plagado de sangre, división y odio a numerosos pueblos del mundo para lograr sus propósitos geopolíticos de derribar gobiernos no serviles a sus intereses en flagrante violación de los principios del derecho internacional y los derechos humanos proclamados por la comunidad internacional.
Es la guerra imperialista injusta que avizoró Lenin, una nueva forma de guerra que alertó Fidel, apoyada en el empleo dañino de las tecnologías de la información y las comunicaciones, empleadas para multiplicar exponencialmente las mentiras, manipular la realidad y construir “realidades” ficticias que sirven para desencadenar campañas de descrédito que justifiquen frente a la opinión pública mundial una escalada de violencia y desestabilización ejecutada siempre por un dispositivo de mercenarios pagados desde el exterior.
Cuba socialista y revolucionaria, martiana, marxista leninista, fidelista, con un pueblo heredero del Titán de Bronce y el espíritu de Baraguá, con un Partido Comunista fuerte, heredero de la autoridad moral de Fidel, una obra de dignidad humana conquistada en la lucha y un pueblo culto y organizado políticamente para el ejercicio de sus derechos y la defensa de su Revolución, es una colina inconquistable, no tengan dudas señores imperialistas, sus planes agresivos contra la Revolución Cubana nuevamente fracasarán.
La Obra de la Revolución Cubana, su humanismo, está centrada en realizaciones concretas en el camino de la plena emancipación del ser humano en su condición de tal. La Revolución cambió para siempre el lugar en la sociedad de los olvidados, de los oprimidos por siglos de colonialismo y neocolonialismo. El pueblo paso a ser dueño de los medios fundamentales de producción y junto con la liberación de su condición de explotado por capitalistas y terratenientes al servicio del imperialismo, liberó sus potencias espirituales de creación en la educación, la ciencia y el arte.
Dentro de ése pueblo combatiente ocupa su trinchera la educación superior cubana, sus jóvenes que han escrito siempre en nuestra historia las páginas de vanguardia y que tanto han brillado en estos meses de enfrentamiento a la pandemia de Covid 19, y junto a ellos los dignos educadores, trabajadores docentes y no docentes que dan respuesta innovadora a las crecientes demandas de la dirección del país para materializar los propósitos de su desarrollo económico y social centrado en el desarrollo pleno del ser humano.
La Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista identifica con claridad cuáles son los frenos y contradicciones que debemos enfrentar para dar cauce a la realización de la visión de país que hemos diseñado con amplia participación popular. Precisamente elevar la participación en todas sus formas es una de las principales transformaciones concebidas.
El Estado Socialista, la institucionalidad revolucionaria, la sociedad civil, en su conjunto, está comprometida con la realización de cambiar todo lo que deba ser cambiado, tal y como lo expresó Fidel en su magistral concepto de Revolución. Ello está respaldado en la nueva Constitución de la República y en la Ideología de la Revolución Cubana. Toda la capacidad de ensanchar ésos espacios de diálogo será para más Socialismo y más Revolución. Como señaló la declaración de principios del Ministerio de Cultura en días recientes ante los recientes intentos de grupúsculos y elementos contrarrevolucionarios de penetrar nuestras instituciones culturales para sus fines, no habrá espacio para los que han vendido su alma al imperio. Ningún espacio para los que pretenden restaurar el capitalismo en Cuba, para los que pretenden desestabilizar al país, para los que incitan a la invasión imperialista, para los que como dijo Fidel, quieren que corra la sangre del pueblo a cambio de unas migajas. La defensa de la Revolución es un derecho del pueblo y un principio irrenunciable. No lo duden, la calle, las universidades, las escuelas, el campo, las fábricas, los centros de trabajo, las instituciones armadas, las organizaciones políticas y de masas y las instituciones culturales y científicas, la hegemonía es revolucionaria y tienen la fuerza suficiente para neutralizar cualquier intento de los imperialistas y de sus lacayos.
La unidad es garantía suprema de nuestro proceso revolucionario y se funda en nuestra historia, nuestros valores y en la certeza de la necesidad y viabilidad del proyecto socialista que estamos perfeccionando.
¡Socialismo o Muerte!
¡Patria o Muerte!
¡VENCEREMOS!
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