El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos constituye el principal impedimento para avanzar en la implementación del Plan del Estado cubano para el enfrentamiento al cambio climático (Tarea Vida), afirmó Rafael Pérez Carmenate, delegado del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en la provincia de Ciego de Ávila.
En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) Pérez Carmenate aseguró que las limitaciones de acceso a bancos multilaterales, financiamiento de proyectos externos y equipamientos con un componente estadounidense superior al 10 por ciento, dificultan las inversiones y adquisición de tecnología de avanzada para mitigar y lograr mayor adaptación a los efectos del cambio climático.
“El gobierno norteamericano votó en contra de la aprobación del proyecto Mi Costa, sustentado por el Fondo Verde del Clima para incrementar la capacidad de adaptación y resiliencia de 1.3 millones de personas en asentamientos poblacionales ubicados en más de 1 300 kilómetros del litoral sur de la Isla, incluida la localidad de Júcaro, de la provincia de Ciego de Ávila”, denunció el también diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
A pesar de los obstáculos, en cuatro años la Tarea Vida avanzó en la ejecución de los planes de ordenamiento, al ser reubicadas el 11 por ciento de las viviendas amenazadas por el clima cambiante; se logró mayor adaptación de los cultivos claves para la seguridad alimentaria en la nación y se promueve el uso del transporte eléctrico.
La propia Agencia destacó las acciones para aumentar la cubierta boscosa, que funciona como protectora del litoral y las cuencas hidrográficas, y sumidero de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera; la realización de inversiones en diferentes sectores para contrarrestar los efectos del clima, y el fortalecimiento de las políticas para el manejo de los suelos.
Actualmente se enfatiza en los quehaceres vinculados al turismo, la producción de alimentos, la construcción y el ordenamiento de las comunidades.
La vulnerabilidad de la nación antillana a los impactos del cambio climático, acrecienta el interés del Gobierno cubano para mitigar los efectos de la erosión costera, las inundaciones, la intrusión salina, la sequía y la elevación del nivel del mar, problemas ambientales que ponen en riesgo los resultados económicos y sociales de la nación.
“Las proyecciones muestran que, de no realizarse intervenciones, para finales del siglo XXI unas 21 comunidades costeras desaparecerán completamente en Cuba, y más de 98 serán severamente afectadas por amenazas relacionadas con el clima”, expresó, en declaraciones a la prensa Odalys Goicochea, al frente de la Dirección General de Medio Ambiente del CITMA.
Por Román Romero López (ACN)
Comenta aquí