El argentino, cubano, latinoamericano y universal Ernesto Guevara de la Serna, puso a pensar, una vez más, en Ciego de Ávila, a un grupo de estudiosos, seguidores y defensores de un legado que no expiró cuando manos asesinas pusieron fin a su existencia física en La Higuera, Bolivia, aquel 9 de octubre de 1967.
Anécdotas, referencias e investigaciones, inéditas para algunos e indiscutiblemente interesantes para todos, dieron curso este lunes a un animado intercambio, en el contexto del taller organizado por la Escuela Provincial del Partido Mártires de Bolivia, con motivo del aniversario 50 de la caída en combate del Guerrillero Heroico.
Sintetizadoras de la vigencia de su pensamiento revolucionario, del modelo de cuadro que necesita el socialismo, así como de concepciones suyas, atemperadas a la coyuntura económica actual, las ponencias e intervenciones tuvieron como complemento información audiovisual, por medio de materiales acerca de su vida y obra.
Marcado impacto provocó en el auditorio la disertación realizada por el teniente coronel de la reserva Efrén León Nápoles, miembro de la Columna 8, quien por medio de vivencias personales, narradas con gran emoción, subrayó las cualidades del Che como jefe guerrillero, la fuerza de su ejemplo personal en los momentos de mayor peligro, la virtud de ser recio para exigir el cumplimiento del deber, justo en sus decisiones y extraordinariamente capaz de irradiar protección, solidaridad y amor hacia los demás.
Otro estudioso y admirador de la obra de Ernesto Guevara, el economista Irineo Socarrás, conmovió mediante la lectura de algunas composiciones escritas en su libro Por un camino cerril: contentivo de 195 décimas que sintetizan instantes decisivos en la vida del Che.
Intervenciones como las de María Elena Camejo, Lidia Castillo y María Magdalena Hernández, profesoras universitarias, dejaron clara la necesidad de concretar más hoy el legado que dejó el Che en el terreno de la formación del cuadro, como columna vertebral de la Revolución.
El taller advirtió que urge una labor más eficaz con las nuevas generaciones para que dominen el pensamiento de Ernesto Guevara, como condición importante para poder revertir tal conocimiento en acciones.
Igualmente amplio fue el tratamiento del tema económico, a partir de consideraciones guevarianas que hoy mantienen total vigencia, por seguir constituyendo alerta frente al peligro de no planificar bien los procesos económicos, descuidar el control sobre los recursos de la nación, alentar el interés individual o darle más importancia a motivaciones materiales que pueden terminar deformando los valores y la conciencia de los trabajadores y de la sociedad.
Tomado del Periódico Digital Invasor
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