Con la entrada en vigor, el próximo 3 de octubre, de la Ley de Comunicación Social, se producirán importantes cambios en la vida cotidiana del país, con el objetivo de ordenar el sistema comunicacional cubano y promover en este mayores niveles de eficacia y transparencia.
Conocer la nueva ley y sus normas complementarias, resulta una necesidad para la ciudadanía, toda vez que esta disposición dota de nuevos derechos y deberes no solo a la prensa y a los servidores públicos, sino también a la población, en sentido general.
Sobre este tema, Invasor conversa con Reina Torres Pérez, directora provincial de Información y Comunicación Social, y diputada por el municipio de Florencia a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
―¿Por qué una Ley de Comunicación Social para Cuba?
―Debemos atemperarnos al entorno global, y desarrollar nuevos y mejores mecanismos para dialogar, para crear consensos, para lograr entre todos nuestros propósitos comunes como nación. Esta ley está concebida como una normativa democrática, tanto en su creación como en lo que será su implementación.
“Cuba está imbuida en un contexto donde la comunicación social constituye una herramienta que puede beneficiar grandemente el desarrollo de la sociedad. De hecho, es uno de los tres pilares estratégicos de la gestión gubernamental de nuestro país. Además, a nivel internacional, nos ha tocado ser parte de una confrontación ideológica, donde el entorno comunicacional se convierte en una plaza, a la que hay que acudir preparados.
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“Y, sobre todo, porque la Ley de Comunicación Social sirve para defender los intereses del pueblo, para salvaguardar el derecho de las personas a la información, que está refrendado en la Constitución de la República”.
―¿Cuáles son las principales novedades de la Ley?
―Principalmente, que es la primera de su tipo en nuestro país. Hasta ahora Cuba no había tenido una legislación en materia de comunicación social. Aunque, para su elaboración, se haya bebido de otras leyes a nivel internacional, se contextualiza justamente a la realidad cubana.
“Además, en cuanto a forma, resalta la manera en que fue redactada, para que todo nuestro pueblo pueda comprenderla, y no solo los especialistas en materia jurídica o comunicacional.
“La ley implica cambios de dinámica para el propio funcionamiento de la sociedad cubana, y yo creo que eso también resulta una novedad importante que debemos considerar y respetar”.
―Ahora a la prensa se le facilita bastante el acceso a información de interés público, algo que siempre estuvo sujeto a numerosas incomprensiones, arbitrariedades…
―No estamos ajenos a la ocurrencia de esas arbitrariedades que mencionas, y por eso la Ley insiste ―y esto es sumamente beneficioso― en términos como veracidad, transparencia, inmediatez y oportunidad.
“Esa exigencia va para ambas partes, medios de comunicación y fuentes informativas, porque si bien las fuentes deben ofrecer oportunamente la información solicitada, los medios están obligados a garantizar la veracidad de todo cuanto se publique.
“Pero sí, ciertamente, queda regulado el rol de los servidores públicos como facilitadores de esa información veraz, transparente, de forma inmediata y oportuna, que sea solicitada por los medios de comunicación. No cumplir con estos deberes, así como entorpecer las funciones de los medios de comunicación, implica una violación de la Ley.
―La ley también protege a las personas e instituciones que se vean injustamente afectadas por un medio de prensa…
―Así como se tienen derechos, se tienen también obligaciones. Tanto la Ley como su reglamento exponen el derecho de las personas e instituciones a solicitar la rectificación o aclaración de contenidos que no fueron manejados de la mejor forma y se hicieron públicos en los medios de comunicación.
“Es importante leer el texto de la Ley, y el de su reglamento, pues allí se explica detalladamente el proceso para la reclamación por un contenido, y también, por supuesto, para entregar oportunamente los datos solicitados por la prensa. En ambos casos, queda especificado el protocolo a seguir, y también los plazos, que son de pocos días”.
―Sin embargo, esta no es solo una ley de prensa, como se ha explicado en varias ocasiones.
―Por supuesto que no. Los medios de comunicación son una parte importante, pero no la única, en esta legislación. También se regula la comunicación organizacional, la comunitaria, las formas de publicidad y patrocinio, los mensajes de bien público, el ejercicio del diseño gráfico, el rol de la comunicación en tiempos de crisis, entre muchas otras cuestiones.
“La intención siempre fue abarcar todo el sistema de comunicación del país, alcanzar mayores cuotas de soberanía y mirar en toda su complejidad e interrelación el constante intercambio de información entre ciudadanos, instituciones, empresas y medios”.
Fuente:
https://www.invasor.cu/es/secciones/sociedad/una-ley-para-todos
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