Lo que no pudo hacer el acoso policíaco, sí se logró con la delación y la traición contra cuatro valiosos y audaces jóvenes integrantes del Directorio Revolucionario (DR), produciendo un baño de sangre en Humboldt 7, el día 20 de abril de 1957.
Allí fueron asesinados Fructuoso Rodríguez, Juan Pedro Carbó Serviá, José Machado ( Machadito ) y Joe Westbrook, siempre unidos en el enfrentamiento al golpe militar del 10 de marzo de 1952 junto al presidente de la Federación Estudiantil Universitaria ( FEU ), José Antonio Echeverría.
Antes, Carbó había recibido dos disparos de bala en su cuerpo durante el asalto al Palacio Presidencial. Machadito, su leal compañero en las luchas estudiantiles y en la referida acción donde recibió una herida de bala en una de sus piernas. Ambos salvaron sus vidas después de combatir fieramente. Por su parte, Fructuoso y Joe habían acompañado al líder de la FEU en el asalto a la cabina de Radio Reloj.
Después de los sucesos del 13 de marzo y con la muerte en combate de José Antonio Echeverría, el 24 de marzo de 1957 se produjo una reunión destinada a la reestructuración de la dirección del Directorio Revolucionario, recayendo la Secretaría General de la organización, así como la Presidencia de la FEU, en Fructuoso Rodríguez, y como miembros del ejecutivo, Faure Chomón, Juan Pedro Carbó Serviá, José Machado ( Machadito ), Joe Westbrook y Enrique Rodríguez Loeches. Era un ejecutivo integrado por hermanos inseparables y de combatientes curtidos y probados en la lucha.
La persecución implacable llevó a los combatientes a un peregrinar por distintos lugares, buscando la mayor seguridad. De esa forma pasan al apartamento No. 201 del edificio situado en Humboldt 7. Allí coincidirían, en la noche del 19 de abril con Marcos Rodríguez Alfonso, conocido por Marquitos, quien sin ser miembro del Directorio se había convertido en una especie de enlace o ayudante de Joe Westbrook, debido a los lazos de amistad que dicha persona mantenía, a su vez, con la novia de este último.
En medio del más intenso cerco policíaco, una sombra fatal empezaría a rondar sobre los combatientes. Marquitos, había entrado en fuertes contradicciones con Fructuoso, Carbó y Machadito, ya que todavía Joe no se había unido a éstos.
Marquitos, quien aparentaba ser un revolucionario no era partidario de la lucha armada para combatir a la dictadura, produciendo en él un gran resentimiento. Así, en horas avanzadas de la mañana, del día 20 de abril de 1957, Marquitos dio el gran paso hacia la ignominia y la traición, entrevistándose con el sanguinario Esteban Ventura, y delatando el lugar exacto donde se hallaban los jóvenes revolucionarios.
Cuando todo indicaba ser una tarde apacible en La Habana, poco después de las 5:00 de la tarde las fuerzas policíacas convirtieron el apartamento 201 y sus áreas aledañas en un escenario macabro de plomo y sangre, de lo cual se encargó en persona Esteban Ventura y numerosos sicarios a sus órdenes. Uno a uno y desarmados, los combatientes fueron vilmente asesinados.
Después del triunfo revolucionario se hicieron investigaciones para conocer las causas de lo sucedido en Humboldt 7. Así, se pudo conocer lo ocultado por los jerarcas policíacos de la dictadura, y era que el delator del crimen de Humboldt 7 había sido Marcos Rodríguez Alfonso (Marquitos), quien después del juicio correspondiente fue condenado por el Tribunal Supremo a la pena por fusilamiento, lo cual se concretó en marzo de 1964.
Para los cubanos, y en particular para los jóvenes revolucionarios, Fructuoso, Carbó, Machadito y Joe serán ejemplos en todos los tiempo.
Tomado del portal web de la Radio Cubana.
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