Nació libre gracias a que sus padres esclavos, Fermín y Serafina, de la dotación de una hacienda, compraron su libertad desde antes de que naciera, el 12 de julio de 1854, en el ingenio Vellocino, en la provincia de Matanzas.
Después de que sus padres lograron emanciparse y recibir la carta de libertad, vivieron juntos en La Habana y lograron que el hijo además tuviera la mejor educación posible dada su condición y lo matricularon en el colegio para negros Nuestra Señora de los Desamparados.
Es extraordinaria la historia de bondad y amor de esa pareja de ex esclavos por el futuro de su hijo en la terrible etapa que les tocó vivir. Pero Juan Gualberto resarció con creces la esperanza de sus padres debido a su extraordinaria inteligencia y aplicación, que lo llevó a estudiar en Francia el oficio de artesano en la construcción de carruajes.
Pero su destino no estaba en la construcción de suntuosos coches para los ricos. Cuentan que en Francia probablemente a finales de la década de 1860 conoció al patriota Francisco Vicente Aguilera, quien lo inició en los ideales independentistas a los que dedicó el resto de su vida.
De Francia en 1876 regresó por poco tiempo a La Habana, estuvo en México hasta que retornó a Cuba en 1878, e inició una brillante carrera como periodista independentista y fundó el periódico La Fraternidad, en el que combatió la discriminación racial.
Conoció a José Martí en el bufete del abogado Nicolás Azcárate e iniciaron una profunda amistad, unidos por sus ideales que los llevaron a participar en planes conspirativos en el contexto de la Guerra Chiquita, por lo cual ambos fueron deportados a España.
En Madrid ejerció el periodismo con la ayuda de amigos en la prensa liberal hasta que en 1890 regresó a la patria, y retomó su periódico La Fraternidad.
Engañó a la censura española durante la tregua fecunda, en este y otros órganos de prensa ya que aunque no se mostraba abiertamente por la confrontación, criticaba las lacras del colonialismo y publicitaba los valores democráticos e independentistas.
Su trabajo era la fachada que le permitía desarrollar su labor clandestina vinculada al Partido Revolucionario Cubano fundado por Martí, de quien era su representante ante los conspiradores en Cuba. Martí lo consideró su hermano mulato y confió la dirección del alzamiento del 24 de febrero de 1895 en Cuba, para dar inicio a la Guerra Necesaria. Encabezó el fallido alzamiento en Occidente en el pueblo matancero de Ibarra el 24 de febrero de 1895, por lo cual fue condenado a prisión.
Fue uno de los patriotas más consecuentes con los principios independentistas que ha tenido la Historia de Cuba. Mencionado por la historiografía cubana casi siempre por ser la persona elegida por José Martí para organizar los preparativos dentro de la Isla para la Guerra de Independencia. La grandeza de su vida y obra estriba en la capacidad que tuvo para desempeñarse con acierto y de manera sobresaliente en distintos ámbitos de la esfera pública y política dentro y fuera de Cuba a lo largo de su existencia.
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