Con cierta frecuencia hago algunas entregas relacionadas con aspectos importantes de nuestro idioma español, idioma que habla el 7% de la población mundial y que nació en la península ibérica; es una de las lenguas romances porque es una versión modificada del latín vulgar. El idioma español es un híbrido porque procede del castellano y éste tomó muchas palabras del mozárabe con más de 4,000 raíces árabes.
El español, pues es un idioma estandarizado basado en el dialecto castellano que ganó amplia aceptación durante el reinado de los Reyes Católicos, quienes hacen del castellano el idioma oficial de su reino, surgiendo en esta misma época el primer libro que define la gramática en un idioma europeo. Su autor fue Antonio de Nebrija y el libro se llamó “El Arte de la Lengua Castellana”.
Como esta obra que tiene el privilegio de comunicarnos las características de la lengua con la que nos comunicamos, otras obras también nos comunican con los fenómenos, aspectos, vivencias, producciones, idiosincrasia y costumbres que han transcurrido a través del tiempo y esto es posible gracias a la literatura que recoge en sus páginas todas las producciones literarias expresadas en los diferentes géneros y es así como nos comunicamos con el mundo pasado y presente.
El mensaje literario perdura y los autores nos comunican la forma de pensar, cómo sienten, cuáles han sido las inquietudes de los pueblos y la posteridad busca ese mensaje a través de la poesía, la novela, el cuento, las epopeyas, encontrando allí además de las informaciones, el placer que produce una buena lectura.
Es importante destacar que en la comunicación literaria el lector y el autor no coinciden el mismo contexto, en la lectura el emisor/autor no está presente es extemporáneo al lector o receptor y el proceso se realiza de la siguiente forma:
a.- El emisor / autor literario es un emisor literario especial poseedor de cualidades muy particulares. Es un creador que produce una obra con la intención de que perdure.
- El receptor / lector no establece comunicación recíproca con el emisor porque pueden no conocerse.
- El canal en literatura es el papel escrito.
- El mensaje es el contenido de la obra literaria que ha sido codificado por el autor con la intención de que no sea modificado para que perdure, este mensaje puede no ser de utilidad inmediata para el receptor.
- El contexto en la comunicación literaria no es compartido por el autor y el receptor. El autor no está presente en la literatura, solo está presente en el mensaje (obra) y el lector. La obra estimula al lector y este debe comprender y valorar este estímulo. El contexto, pues está formado por la obra y el lector.
- El código literario está matizado con las características de la lengua escrita en el nivel culto, se destacan palabras y frases poco usuales, figuras de pensamiento, de dicción, en fin, el lenguaje literario se desvía del lenguaje común.
La literatura, al igual que las demás Bellas Artes nos comunica con el mundo presente y pasado y nos permite conocer características, idiosincrasia y aspectos inverosímiles de generaciones pasadas; por ejemplo con la lectura de algunos de los cuentos de Juan Bosch conocemos la forma de pensar, actuar y transcurrir del campesino dominicano de los tiempos idos y así escuchamos el sonido del colín o machete al desenvainarlo en el cuento «La Mañosa» o el respeto a las tradiciones cristianas o de lo que es capaz de hacer el dominicano para disfrutar de la Nochebuena en compañía de su familia como ocurre en la «Noche Buena» de Encarnación Mendoza.
Así tenemos libros que nos enseñan:
No perder la fe o la esperanza.
Que fortalecen los valores.
Que fortalecen la fe cristiana.
Y como estos muchos que nos dejan un gran aprendizaje y eso es comunicación literaria.
https://www.elcaribe.com.do/autor/j-nicolasalmanzar/
Comenta aquí