Cuando la pandemia acosa al mundo provocando cientos de miles de nuevos contagios y miles de fallecidos cada día, y causando una crisis económica sin precedentes en el actual siglo; cuando es vital para cada país contar con los medicamentos y el equipamiento sanitario imprescindible para atender las urgentes necesidades de la situación epidemiológica y sanitaria; cuando es imperativo elevar la solidaridad humana a la altura que las circunstancias demandan, tanto de cada ser humano, como de los gobiernos y la comunidades; justo en esta crítica etapa de la humanidad, un gobierno de Estados Unidos arrecia el genocida bloqueo contra Cuba y su sucesor no hace nada para cambiar esa criminal y oportunista política de guerra económica.
¿Cómo cambiar que, en medio de esta situación, los gobiernos de Estados Unidos nieguen el acceso de tecnologías médicas e insumos estadounidenses y de terceros países, impidan la llegada de donativos del exterior, cuestionen la colaboración médica cubana, frenen la renovación de licencias de compañías, reduzcan al extremo la transportación aérea este ese país y el nuestro, bloqueen la entrada de remesas y multen a entidades estadounidenses y de otros países por comerciar con Cuba?.
Todo ello tiene una razón: el irrenunciable interés del imperio por destruir la Revolución Cubana y revertir nuestro sistema socialista, sin importar las circunstancias ni los medios, desconociendo el enorme daño que esto causa al pueblo cubano.
Pero ninguna vía para lograr su fin es desestimada. Si al acoso económico y financiero en tiempos de pandemia se le ha unido la acción subversiva financiada desde sus propias agencias, la agresión armada nunca ha sido desechada, a la espera de condiciones favorables para llevarlo a cabo. Las agresiones militares a Granada, Panamá, Yugoslavia, Iraq, Afganistán, Libia y Siria, en las últimas décadas, son la mayor prueba de hasta dónde pueden llegar los desmanes imperiales en función de sus interés hegemónicos.
Solo la sistemática y efectiva preparación para repelar una agresión, es capaz de evitarla. Solo el conocimiento por los gobiernos de Estados Unidos de que una agresión a Cuba terminará inevitablemente con su derrota, la ha podido impedir. No hay otra vía. Y esa derrota final, ese costo impagable para el imperio, es nuestra responsabilidad, la de cada cubano, la de cada patriota.
Por ello, en estos tiempos en que la agresión de Estados Unidos continúa sin reparar en los gigantescos daños humanos causados por la pandemia, entre los días 19 al 22 de abril realizaremos el Bastión Universitario, esta vez de modo online, teniendo en cuenta las particulares circunstancias en las que nos encontramos.
Será una Semana de la Victoria, coincidiendo con el aniversario 60 de la primera gran derrota del imperialismo en América, en las históricas arenas de Playa Girón. Serán días para recordar a los héroes y mártires de Girón: a los milicianos de los batallones, a los intrépidos pilotos, a los adolescentes de las cuatro bocas, a los tanquistas, a aquel pueblo uniformado que derrotó a los mercenarios y a sus amos imperiales, en menos de 72 horas. Será una semana para afianzar el antimperialismo de Martí, la intransigencia revolucionaria de Maceo, la hidalguía de Céspedes, el internacionalismo de Gómez. Serán días para honrar a jóvenes como Mella, Guiteras, José Antonia, Frank, Camilo y el Che entre muchos otros.
Será una jornada para dar a conocer las experiencias de anteriores bastiones: los ejercicios de infantería, el arme y desarme de armamentos, el conocimiento del enemigo, los ejercicios de tiro, las caminatas combativas, los enmascaramientos y la realización de obras ingenieriles, las conferencias sobre disímiles temas de la actualidad.
Serán tiempos de rememorar la participación universitaria en el enfrentamiento a desastres naturales . También reconoceremos a los estudiantes y profesores que de manera altruista, enfrentan la pandemia de la Covid- 19 en el cumplimiento de importantes tareas de alto impacto.
Este nuevo Bastión será una jornada de preparación diferente, porque diferentes son los tiempos que corren. Convocamos por ello a cada área universitaria, a cada facultad, a cada profesor, trabajador y estudiante, a realizar el Bastión 2021, utilizando las redes sociales y las internas de la UNICA, cumpliendo con las tareas de impacto, elevando la calidad del proceso docente educativo en la forma no presencial, y asimilando los conocimientos que nos lleguen por distintas vías, para potenciar la preparación combativa del colectivo universitario de la UNICA, como parte de la concepción de la guerra de todo el pueblo, mediante la cual cada cubano debe tener garantizados un puesto de combate, una misión y un arma para defender la patria.
En tiempos de pandemia y de acoso imperial, afiancemos en el Bastión 2021 el ideario martiano: ´´Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz´´.
Idea original Universidad Tecnológica de La Habana,CUJAE.
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