El lapso entre aquel Instituto Superior Agrícola (ISACA) y la Universidad de hoy no debería medirse únicamente con unidades de tiempo, y decir que han transcurrido 45 años (que no son pocos, pero tampoco tantos), sino en unidades de movimiento académico, investigativo y productivo, que terminaron por redondear la concepción como provincia de la muy joven Ciego de Ávila de entonces.
A la vuelta de estas cuatro y media décadas de trabajo ininterrumpido, pueden contarse por miles los graduados de las más disímiles especialidades —primero las agrícolas, tal cual demandaba el devenir del territorio, y luego un diapasón abierto en concordancia con las exigencias de los nuevos tiempos— y los aportes al desarrollo socioeconómico, expresados en diagnósticos, análisis y propuestas de solución a problemáticas de diversa naturaleza.
La alianza existente entre el sector del conocimiento y la resolución de problemas territoriales es tal, que más del 90 por ciento de las tesis de grado en los últimos dos años poseen esa finalidad, según apuntó en junio pasado el Dr. C. Yurisbel Gallardo Ballat, rector de la Universidad de Ciego de Ávila (UNICA) Máximo Gómez Báez.
“Ese es el rol fundamental de las siete facultades y los nueve centros universitarios municipales desde la ciencia, la tecnología y la innovación”, agregó.
Sobre la vertiente investigativa y los estudios de posgrado, fortaleza de la Universidad de Ciego de Ávila que el próximo 18 de septiembre celebrará su aniversario 45, el Dr. C. Andrés Israel Yera Quintana, vicerrector de Investigación y Posgrado, dijo a Invasor que la casa de altos estudios cuenta con 15 programas de maestría, nueve de los cuales tienen categoría de Excelencia y tres están certificados.
Relacionadas con el área de la producción de los alimentos, la sanidad vegetal, la salud animal y los recursos fitogenéticos y las semillas, estas especialidades apuntan directamente al aseguramiento del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, programa del estado cubano para la agricultura sostenible y la responsabilidad ambiental, que busca proporcionar una alimentación balanceada, nutritiva e inocua a la población.
Además, la UNICA tiene cuatro programas doctorales y tres especialidades de posgrado.
Yera Quintana ponderó también los proyectos de investigación liderados por la universidad avileña. En la actualidad son 44, seis de ellos asociados a programas nacionales y el resto en estrecho vínculo con procesos territoriales, sectoriales y empresariales. “Todos responden al Plan de Desarrollo Nacional y tributan al empleo de la ciencia y la innovación en la gestión de gobierno, definido como pilar estratégico por la máxima dirección del país”.
El quehacer de estudiantes y profesores de la UNICA, desde su fundación y sobre todo en los últimos años, ha merecido numerosos premios de la Academia a nivel provincial, así como premios a la innovación y reconocimientos internacionales. A la par, o como principal antecedente de esos resultados, continúa la evaluación de las carreras. Recientemente Ciencias de la Cultura Física alcanzó la categoría de Excelencia.
En saludo al aniversario 45, comentó el vicerrector, se han propuesto consolidar el trabajo de las tres revistas que editan, de manera que alcancen los requisitos para asociarse a determinadas bases de datos e índices internacionales con el máximo rigor. El objetivo final es acceder e indexarse a bases como Redalycs y Scopus. Ello, unido a la solicitud de un sello editorial para crear una editorial universitaria, son acciones comprendidas en el amplio dossier de celebraciones.
Asimismo, se han desarrollado encuentros con fundadores y jubilados, se ha reconocido el trabajo del claustro, y este viernes se entregó el Sello Aniversario 45 a un grupo de profesores e investigadores que han aportado a la Universidad, tanto desde el punto de vista directivo como desde el punto de vista del desarrollo científico.
El cierre de la jornada de celebración será el próximo lunes 18. En el horario de la mañana se realizará una feria expositiva de los resultados científicos en la que participarán estudiantes, profesores e investigadores, y en la tarde será el acto central.
Está previsto que a este colofón asistan los rectores de las universidades del país, autoridades del Ministerio de Educación Superior y organismos de la provincia que han colaborado con el centro de manera ininterrumpida.
Será, en cierta medida, el festejo por la madurez y la mayoría de edad de la Universidad avileña, alma mater de una provincia que, en 1978, cuando el ISACA abría sus puertas y con ellas las del conocimiento, dejó de ser un campito en el centro del país para convertirse en uno de los territorios de mayor potencial, de cara al desarrollo. Por eso la tarea de la UNICA no está cumplida; se renueva a los 45.
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