Sayli Sosa Barceló Sociedad 07 Marzo 2023
La escritora norteamericana Maya Angelou (1928-2014), abanderada en las luchas por los derechos civiles en la primera mitad del siglo XX en Estados Unidos, tiene un poema que es un canto al orgullo de ser mujer. No a la mujer callada, sumisa, confinada al reino de las cocinas y el cuidado de los hijos, apocada por sociedades donde el espacio público era dominado por los hombres.
No es un canto al poder femenino que dan la belleza y el glamour, tan patriarcalmente diseñados para limitar cualquier intento de rebelión simbólica. No. Es una elegía a la mujer que se mira al espejo y se reconoce capaz de transformar el mundo.
“Ahora comprendes
por qué mi cabeza no se inclina.
No grito ni ando a los saltos
ni tengo que hablar muy alto.
Cuando me veas pasar
deberías sentirte orgullosa”.
Y decía más. Decía:
“Porque soy una mujer
Fenomenalmente.
Mujer fenomenal,
Esa soy yo.”
He recordado esos últimos versos mirando la selección de fotos capturadas por el fotógrafo, incluso sin que ellas se dieran cuenta. Están las mujeres fenomenales sentadas en el sofá de la casa, que ya alberga cuatro generaciones, sin que una sean calco de la otra. Están las fenomenales mujeres que danzan con desenfreno o le pegan a la bocha, marcando el gol de sus vidas.
¡Qué maravilla de mujeres esas que anónimamente hacen su trabajo! ¡Qué suerte poder heredar la belleza, la pasión y hasta la profesión de las mujeres que nos trajeron hasta aquí! ¡Qué heroicidad cotidiana la de aquellas que salen a luchar la vida, incluso con los hijos en brazos!
Un día como hoy podemos decir que sí, que somos mujeres fenomenales. Y más, porque no todo está hecho. Como la propia Maya Angelou, podemos decir: “Igual que las esperanzas que alto vuelan. A pesar de todo, me levanto”.
Tomado del periódico Invasor
http://www.invasor.cu/es/secciones/sociedad/mujer-fenomenal-esa-soy-yo
Comenta aquí