Tal y como lo hicieran las escuelas pertenecientes al Ministerio de Educación en Ciego de Ávila, las universidades Máximo Gómez Báez (UNICA) y la de Ciencias Médicas reabrieron sus aulas para acoger a los estudiantes, luego de cinco meses de ausencia obligatoria a las casas de altos estudios de la provincia.
Certificadas ambas por Salud Pública como aptas para el reinicio del curso escolar 2019-2020 en términos higiénico-sanitarios, cuentan con los recursos necesarios para garantizar la vida a los más de 3 000 alumnos de la primera y a los 2 186 de la segunda.
A pocos meses de ocupar su actual puesto en la UNICA, el rector Yurisbel Gallardo Ballat asegura que el reinicio del período lectivo no supone un desafío para sus trabajadores, pues, desde hace semanas, se preparan para ello.
Con 795 jóvenes en el Curso Regular Diurno (CRD) y 2 295 matriculados en el Curso por Encuentro (CPE), la Máximo Gómez Báez amplía su diapasón de carreras a un total de 39, entre las que se incluyen cuatro a distancia, agrupadas en siete facultades.
Una de las novedades es la carrera de Ingeniería Mecánica para el CRD. “Anteriormente, los avileños debían viajar hasta Camagüey para estudiar la carrera. Ahora lo harán desde aquí y para ello se les garantiza un claustro de profesionales certificados frente a las aulas. Sin dudas, esto representa un significativo ahorro económico e infraestructural para el país “, dijo el rector de la UNICA.
Carreras de ciclo corto verán la luz en el curso 2020-2021. Así, la universidad avileña graduará a Técnicos Superiores en Agua y Saneamiento y otros en Servicios Técnicos e instituciones turísticas.
Gallardo Ballat aseguró no tener dificultades con la cobertura docente para la etapa presente y la venidera, ni posibilidad de hacinamiento en los locales, pues los horarios se han reorganizado para evitar la coincidencia de muchos estudiantes en clases.
Las 347 capacidades que existían en los dormitorios antes del cierre del centro en el mes de marzo aumentaron a más de 700, por lo que el directivo explicó que “todo aquel estudiante interesado en becarse tiene la posibilidad de hacerlo, aunque sea de la ciudad capital, pues así evitamos las constantes entradas y salidas y el posible contagio con la COVID19”.
Por el momento, la UNICA se enfoca en rescatar la Unidad de Ciencia y Técnica Doctor Juan Tomás Roig, del Centro de Bioplantas, con el objetivo de recuperar terrenos productivos para la realización de investigaciones científicas.
Aproximadamente, 3 500 futuros profesionales de la salud comenzarán el venidero curso en el mes de noviembre en la Universidad de Ciencias Médicas de Ciego de Ávila, asegura su rector, el Doctor Ángel E. Batista Díaz. Son las licenciaturas en Medicina, Estomatología, Enfermería y Tecnologías de la Salud las propuestas para ingresar al centro, las dos últimas con características muy peculiares.
Cuatro son las modalidades que se ofrecen en la carrera de Enfermería: licenciatura, técnico medio, técnico superior y atención a pacientes. Por su parte, las tecnologías abarcan Bioanálisis, Nutrición y dietética, además de Medicina física y rehabilitación, entre otras.
Sin embargo, la superación no termina en el ejercicio final de graduación porque allí existen 43 especialidades certificadas para estudios de postgrado, diplomados en más de 10 materias, Maestría en Ciencias de la Educación Médica Superior y otras dos relacionadas con la Microbiología y Psicología y Salud Mental, comentó a Invasor Batista Díaz.
Pero, el tema sobre el que confluyen todas las preocupaciones se relaciona con la obligatoriedad de cumplir estrictamente con las cerca de 70 medidas adoptadas en la institución para impedir la propagación del nuevo coronavirus, dirigidas a la bioseguridad y a los controles docente y administrativo.
El uso de nasobucos, la desconcentración del estudiantado, la reducción de capacidades en los albergues y el permanente examen de la enfermera son algunas de ellas, providencias de sobrada valía para aquellos que han estado en la primera línea de enfrentamiento a la enfermedad mediante la pesquisa activa, casa por casa.
De esta forma, todas las precauciones llegaron para quedarse, tal como lo hará la desinfección de cada local por parte de las auxiliares de limpieza y luego de la salida del personal; así como la fumigación con hipoclorito de sodio, una vez por semana, de los espacios en los que se agrupa la mayor cantidad de personas.
Por: Lisandra Morales Cruz
Tomado de: Invasor
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