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Un Premio Nacional de Pedagogía y la fortuna avileña

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Sin embargo, hay un currículum larguísimo que sostiene no solo el premio, sino también el respeto de sus colegas y la gratitud de sus alumnos. La huella de que en casi cuatro décadas no ha dejado a un lado el interés por ser mejor.

Ella lo cuenta un poco incrédula aún, aunque hayan pasado unos pocos días desde que recibió la noticia. “Imagínate —dice, también conmovida—, ese premio lo ha recibido mucha gente importante, entre ellos, Fidel, en 2013. En esa ocasión yo estaba nominada. Eso me dice que quizás no pueda pararme al lado de ellos, pero al menos cerquita”.

Lo cierto es que acercándose viene desde hace mucho. Cuando se graduó de Defectología en 1986, cuando se hizo Máster en Educación Especial, en el 2000, y luego Doctora en Ciencias Pedagógicas, en 2004.

Para sumar, es profesora titular desde 2007, y miembro de la Junta de Acreditación Nacional. Si nos tocó por Ciego fue casual, porque Vania es habanera, pero ha sabido abrirse paso aquí. “A mí esposo le dieron casa aquí en Ciego y hace 30 años vivo aquí”.

Y aquí ha desarrollado una obra encomiable. Si se guglea su nombre, el portal científico Research Gate es de los primeros resultados. Así sabemos que las preocupaciones de Vania por la educación cubana han sido diversas y útiles. Ha investigado, por ejemplo, la comprensión de problemas matemáticos por los maestros en formación, las bases metodológicas para la inclusión educativa y la atención a la diversidad, o las estrategias para enseñar ciencias naturales a estudiantes con necesidades educativas especiales.

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Así que sus numerosos premios no extrañan a nadie. Ya la filial avileña de la Asociación de Pedagogos de Cuba la había nombrado Joya de la Pedagogía, en 2020, y Pedagogo Destacado del siglo XX, en 2018. De una larga lista, se pudiera destacar que también fue Premio Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba (2012) y de la filial provincial en 17 ocasiones desde 2002.

Tras muchos años de estudio y trabajo, de posgrados en Cuba, Venezuela, México, Colombia y España, parece que este premio la sorprende quieta, en su puesto como profesora de la Universidad de Ciego de Ávila “Máximo Gómez Báez”. En adición, preside la comisión nacional de la carrera Educación Especial.

Ella dice que su síntesis curricular “son dos parrafitos, muy breves”. Pero solo ella sabe cuánto le ha costado escribirlos.

Acierta la Asociación de Pedagogos de Cuba en premiarla por su contribución a la educación cubana. Si sabemos que gran parte de ello consiste en formar a otros maestros, entonces hay que concluir que es una suerte inmensa para esta provincia a la que llegó porque lo quiso el destino.

Periódico Invasor

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