http://Sayli Sosa Barceló Sociedad 01 Junio 2023
Mi amigo Alexis Díaz-Pimienta ha capitalizado con creces el concepto hermoso, diverso e inclusivo de chamaquili (también se dice chamaquile), una palabra que resume tan bien la niñez y que, sin embargo, no aparece en ningún diccionario.
Su raíz etimológica parece ser el vocablo en náhuatl chamahuac, que quiere decir crecido, rollizo, y del que se desprendieron los conceptos de chamaco y chamaca, para definir en países centroamericanos a los niños o adolescentes. Eso dice la Real Academia Española.
Pero lo de Díaz-Pimienta, poeta, narrador, ensayista y repentista en mayúsculas (perdón si se me extravía algún título, mi estimado), ha sido la apoteosis. Su Chamaquili, que terminó siendo cientos de miles de chamas en muchas partes a la vez, es un niño vivaracho, sabichoso y de buen corazón, que va rimando en octosílabos su vida de asombros, alegrías, descubrimientos y preguntas.
El poeta logra condensar en su chama todos los chamas del mundo, como hiciera alguna vez José Martí en su Ismaelillo, y aquel verso sublime y lírico ¡Tú flotas sobre todo, Hijo del alma! Ambos ponen por delante a la infancia como el centro de todo lo bueno, útil y hermoso. Uno mucho antes de que la Organización de Naciones Unidas decidiera marcar un día específico ─este día─ en el calendario, y otro mucho después, pero siguiendo sus pasos.
Por eso, con versos de Martí y Pimienta, descorremos esta galería de niños y niñas, chamaquilis, ismaelillos, que han venido a este mundo a ser felices, aunque no siempre los arrope la felicidad.
http://www.invasor.cu/es/secciones/sociedad/un-dia-para-los-chamaquilis-del-mundo
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