Ciencia y Técnica

Ciclones y Medio Ambiente

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En el ilustrado tiempo que corre en este planeta hay todavía personas que, por motivaciones económicas o políticas, se abstienen de reconocer la existencia del Cambio Climático, aunque, para bien de la supervivencia, una inmensa mayoría anda preocupada y ocupada en hacer frente a tal amenaza.
Precisamente por ello la humanidad se halla de celebración el 5 de junio: Día Mundial del Medio Ambiente. Conocedores de lo tanto que hay por delante en materia de protección de la naturaleza, todo cuanto se haga, lo mucho y lo poco, redundará a favor de alargar las condiciones que dan abrigo a la vida.
La alternativa radica en eso. En preservar o restaurar las propiedades que propician el equilibrio del entorno; ya sea la de acelerar el ritmo de resiembra de los bosques, que tanto representan en cuanto a la regulación de la temperatura sobre la superficie terrestre y en lo referente a la formación y distribución de las lluvias.
Y otro camino ancho transita hacia el fin de ir sustituyendo, por tecnología limpias, el muy difuso empleo de los energéticos fósiles (petróleo y carbón mineral), que ensucian y calientan el ambiente, una de las causas del muy dañino efecto invernadero.
Si bien la mayoría está del lado de los que se enfrascan en atenuar los dañinos efectos; si un país sobresale en el empeño es Cuba, el único que ha logrado un Plan de Estado para el enfrentamiento al Cambio Climático o conocido también como Tarea Vida.
Capaz de ir aportando alivio, a las severidades con la Natura ha ido respondiendo al maltrato que el hombre le ha a esta. De dónde provienen, si no, esos cambios anómalos de la temperatura global, incluidos en la superficie de las aguas de la franja ecuatorial del mayor océano del mundo, el Pacífico; que constituyen el origen de los poderosos eventos océano-atmósfera conocidos como El Niño y La Niña, capaces de desordenar el medio a escala mundial.
Justamente la alternancia de ambos fenómenos ha marcado la presencia, en el área geográfica del Océano Atlántico y el Mar Caribe, de extensos períodos de sequía y también de devastadores ciclones, acompañados de cuantiosas lluvias.
Después de más de tres años de muy escasas precipitaciones, las islas del Caribe fueron azotadas después del mes de agosto de 2017 por varios huracanes de gran intensidad, tanto que la Organización Meteorológica Mundial, ha decidido retirar de las listas rotatorias de estos eventos los nombres de los “célebres” Harvey, Irma, María y Nate, atendiendo a la estela de muerte y destrozos que estos causaron, los cuales serán sustituidos por Harold, Idalia, Margot y Nigel.
Hablando de las contribuciones de Cuba y, en particular, al enfrentamiento a venideros eventos ciclónicos, recordar que el país acaba de realizar el Ejercicio Meteoro 2018, enfocado también en mitigar los daños originados por estos.
En momentos en que los especialistas, en sus pronósticos estacionales, a mayor plazo, adelantan que esta podría ser una temporada en nuestra área geográfica un poco más activa de lo normal, cuando el promedio de organismos es aquí de unos 12.
Y que para este ciclo, que se extiende hasta el 30 de noviembre, podrían sucederse unas 15 tormentas tropicales y de cinco a nueve huracanes, dos de ellos de categoría cinco en la escala Saffir- Simpson, la máxima en intensidad.
Con todo recomiendan que un pronóstico de estación poco activa, normal o activa, no significa nada para un punto o lugar específico, lo importante es estar siempre preparados para enfrentarla.
Nombres para la temporada de 2018
Océano Atlántico
• Alberto
• Beryl (sin usar)
• Chris (sin usar)
• Debby (sin usar)
• Ernesto (sin usar)
• Florence (sin usar)
• Gordon (sin usar)
• Helene (sin usar) • Isaac (sin usar)
• Joyce (sin usar)
• Kirk (sin usar)
• Leslie (sin usar)
• Michael (sin usar)
• Nadine (sin usar)
• Oscar (sin usar)
• Patty (sin usar) • Rafael (sin usar)
• Sara (sin usar)
• Tony (sin usar)
• Valerie (sin usar)
• William (sin usar)

Tomado del Periódico Digital Invasor

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