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Ciencia Abierta, una nueva alternativa para la investigación científica en las universidades

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Hoy el espacio ConCiencia retoma una temática de gran impacto social y científico, como es el de la Ciencia Abierta, valorando algunas de sus características y bondades en los entornos universitarios. En este sentido la Ciencia Abierta posibilita promover el progreso de la investigación científica, para tornar la ciencia más eficiente, transparente, confiable, responsable y reproducible, ante casos como el de la emergencia sanitaria, en los cuales las revistas publican más rápido y se comparte la información.

El Acceso Abierto ha tenido un hondo calado en los debates sobre la democratización del conocimiento y el derecho a la investigación en congresos y simposios, evidenciando potencialidades, avances relacionados con el llamado «paraguas» de la Ciencia Abierta.

Este movimiento comenzó a finales de la década de 1990-99, vinculado al desarrollo que tuvo Internet con el objetivo de promover el libre acceso a la literatura científica. En el marco de la Ciencia Abierta la investigación requiere de muchos servicios de apoyo para descubrir información, publicarla de forma abierta complementada con datos, así como para difundirla a través de redes sociales y entre la sociedad.

En este camino de acceso al conocimiento abierto contribuye a la reutilización eficaz, la redistribución y reproducción de la investigación, además de estimular a otros para que puedan colaborar y contribuir en esos proyectos, por lo que se establecen licencias abiertas. Los enunciados en Datos Abiertos, implican cambios en las prácticas investigativas, están determinados por condiciones disciplinares, éticas y legales que necesitan tiempos y perspectivas regionales y sectoriales.

Estos aspectos están definidos en la Conferencia de Ámsterdam   -2016, dándole seguimiento en la Declaración de Panamá -2018, hasta el desarrollo abierto y su analogía con la Agenda -2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En Cuba se refrendan en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución en el período 2016-2021, relacionados con el desarrollo de la ciencia.

Las universidades como centros con una fuerte actividad investigativa no han escapado a esta corriente, y requieren cada día de mayor colaboración, visibilidad y socialización del quehacer científico. Si se tiene en cuenta que para conectarse al futuro deseable, debemos conectarnos a la ciencia. Esta nueva manera de cómo hacer ciencia, es un nuevo paradigma que se fundamenta en tres criterios: la ciencia debe ser abierta, colaborativa y  hecha con y para la sociedad.

Las acciones reunidas en Ciencia Abierta implican cambios culturales que requieren análisis y debate para fomentar la comprensión de las diferentes posibilidades de aplicación en cada escenario.

Abierto no es contrario a rentable e innovador. Ciencia Abierta reúne acciones capaces de dinamizar la investigación científica y la transferencia de conocimiento, y propone rutas aplicables a los sistemas en su conjunto o también a cada proceso del ciclo de investigación

Entendida como un medio capaz de dinamizar la investigación científica y mejorar la eficiencia de sus sistemas, es adaptable a diferentes fines y contextos. En este sentido ofrece soluciones adaptables a múltiples problemas y permite diseñar planes específicos o políticas transversales basadas en el análisis que cada institución, sistema o red de investigación a partir de sus condiciones y prioridades. Los éxitos tempranos identificados están vinculados con la pertinencia y especificidad de las políticas propuestas. De ahí la necesidad de contribuir al diálogo abierto sobre el contenido, alcance y beneficios de Ciencia Abierta en Cuba y en especial de las instituciones universitarias.

El impacto de los repositorios y plataformas depende de la calidad de sus contenidos e interoperabilidad; esto se basa en la calidad de sus metadatos, en las condiciones de accesibilidad, de visibilidad y usabilidad, favorecen el desarrollo de servicios avanzados de transferencia y análisis de información.

En la Educación Superior es vital la puesta en práctica de la Ciencia y la Educación Abierta. Los investigadores, estudiantes y gestores de la información como parte de la trasformación inminente que se produce en la educación, en tiempos de pandemia por la Covid-19, se inserten con la celeridad que el proceso por sí mismo requiere. De ahí la naturalización de estas prácticas que hacen de la enseñanza, una etapa de formación más flexible y accesible, de las que emergen modalidades educativas innovadoras como los Entornos Virtuales de Aprendizaje a partir de las bondades de las tecnologías. Estos contextos educativos digitales en línea con sistematicidad requerirán “nuevas alfabetizaciones” y exigirá asumir una actitud proclive al cambio.

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