A los 18 años de edad Conrado, como miles de jóvenes cubanos, se unió de forma voluntaria a la Campaña de Alfabetización iniciada en Cuba en el año 1960.
Precisa Juventud Rebelde que los campesinos en las zonas donde enseñó mostraban gran admiración por Benítez García, quien además de impartir clases ayudó en la construcción de los locales para la enseñanza. Este joven se desempeñaba en la zona del Escambray, en el centro de Cuba, donde en esa época existían bandas de alzados bajo instrucciones de la Agencia Central de Inteligencia, de Estados Unidos.
Conrado Benítez García regresaba al aula que había nacido en plena serranía y materializaba la noble idea de la campaña de alfabetización cuando fue apresado, torturado y cruelmente asesinado por una de las bandas contrarrevolucionarias desplegadas en la zona. Era el 5 de enero de 1961, un humilde joven de apenas 18 años se convirtió en una de las primeras víctimas del terrorismo desatado por el gobierno de Estados Unidos contra la Revolución Cubana.
Luego del asesinato de Conrado Benítez García, y en su homenaje, la brigada de alfabetizadores cubanos adoptó el 17 de enero el nombre del joven educador. Gracias al trabajo de este grupo de maestros voluntarios, unos meses después, el 22 de diciembre de 1961, Cuba se declaraba territorio libre de analfabetismo.
Colaboración: Yanet Hernández Soto
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