En ese contexto, ‘la movilización política y social ha de ser también digital’, afirmó.
Analistas y expertos alertan que Cuba es diana de una guerra mediática desarrollada principalmente en internet y del conocido ‘golpe blando’, mecanismo de intervención extranjera indirecta creado por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.
Recientemente el Departamento de Estado norteamericano anunció el proyecto de distribuir, antes de finalizar 2020, hasta un millón de dólares a iniciativas vinculadas con los derechos civiles, políticos, religiosos y laborales en la isla.
La víspera, el titular del ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) describió la convocatoria en Washington a financiar las actividades subversivas contra Cuba como una ‘flagrante agresión y violación del Derecho Internacional’, y dijo ‘será enfrentada con el peso de la ley’.
El Minrex antes advirtió sobre el financiamiento, orientación e incitación desde Estados Unidos a grupos e individuos para que desafíen la autoridad en la Mayor de las Antillas.
También alertó respecto a la maquinaria desplegada en las redes sociales para difundir información falsa, incitar al odio, dividir a la población y llamar a la ilegalidad.
Washington informó destinar más de 261 millones de dólares a proyectos de subversión contra Cuba desde 1990 hasta este año.
Según el portal Cuba Money Project, más de 124 millones de dólares abonaron al propósito descrito como ‘participación democrática y sociedad civil’, 38 millones a ‘derechos humanos’ y 25 millones a ‘medios y libre flujo de información’.
La sociedad civil de la Mayor de las Antillas desde diferentes espacios rechaza la intromisión de Estados Unidos en los asuntos internos y ratifica su apoyo a la Revolución y a la defensa de la soberanía.
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