Tras un año de retos, Cuba se prepara para un 2021 donde la recuperación y el impulso de iniciativas para incentivar la economía serán fundamentales.
Entre los eventos más importantes del año se prevé el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba. En su convocatoria para abril próximo adelantó que “centrará su atención en la evaluación y proyección de asuntos medulares para el presente y futuro de la nación”.
Otros temas que se abordarán, serán los relacionados con los resultados alcanzados y la actualización de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, así como los resultados económico-sociales obtenidos del VII Congreso a la fecha.
Asimismo, el proceso de ordenamiento económico centrará las principales acciones del próximo año, y que incluirá cambios en los procesos productivos del país, así como una mayor apuesta por la eficiencia y el ahorro.
Se espera la recuperación económica gradual con un crecimiento del PIB de entre el seis y el siete por ciento, según dijo el viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación Alejandro Gil en el VI período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
También se potenciará la inversión de capital extranjero, las exportaciones y las empresas locales. Todas estas medidas tendrán entre sus propósitos el encadenamiento de las fuerzas productivas y su inserción dentro de la dinámica del ordenamiento.
Otro ámbito que espera su recuperación en 2021 es el del turismo, afectado por la pandemia de la COVID-19. Cuba proseguirá su consolidación de destino seguro y cumplirá las normas sanitarias para garantizar el arribo de nuevos visitantes.
Con los nuevos inmuebles construidos durante la pandemia, así como las reparaciones a las que se sometieron otros ya consolidados, los turistas encontrarán espacios renovados y más acogedores.
En el ámbito político internacional, será vital el fomento de las relaciones con todos los países del mundo, y en especial aquellos regidos por fuerzas de izquierda y progresistas, así como la lucha contra la hegemonía y las campañas de descrédito a la Revolución.
También será relevante el nuevo escenario ante el cambio de administración en el Gobierno de EE.UU., aunque no se espera cesen los ataques de los sectores más radicales de ese país al proyecto social cubano.
Regresando al espacio nacional, el sector científico-tecnológico tiene en sus horizontes cercanos algunos retos y tareas. Una de ellas es consolidar los resultados de los ensayos clínicos de los cuatro candidatos vacunales en proceso más avanzado.
Además, la informatización continuará su avance con la digitalización de archivos y servicios. La implementación de los pagos electrónicos paulatinamente llegará a la mayoría de los ámbitos comerciales y la creación de tiendas virtuales tendrá crecimiento.
El impacto económico de la ciencia se podrá medir mediante la aplicación de las legislaciones sobre organismos modificados genéticamente y los aportes de los parques científicos tecnológicos, en constante relación con las universidades del país.
En cuanto al perfeccionamiento del cuerpo legislativo se espera el cumplimiento del cronograma aprobado en el parlamento cubano. Entre otras, se prevé la discusión de leyes como las relacionadas con la protección de datos personales, el medio ambiente y la seguridad constitucional.
Además, se encuentra a debate la fecha para la modificación del Código de familia y la ley de Protección Animal.
Fuente: Periódico Digital Invasor
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