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Día Internacional de la Infancia.

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La Asamblea General de las Naciones Unidas el 1 de junio de 1956 deja instituido el Día Internacional de la Infancia, consagrado a la fraternidad y a la comprensión entre los niños y las niñas del mundo entero. Para ese día, la ONU acordó que cada país debería promover actividades que involucrasen de manera directa a los más pequeños de cada casa.

El objetivo del Día Internacional de la Infancia es recordar a la ciudadanía que los niños son el colectivo más vulnerable y por tanto que más sufre las crisis y los problemas del mundo.

Este día internacional recuerda que todos los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar del mundo en el que haya nacido.

Dedicar un día internacional a la infancia también sirve para hacer un llamado sobre las necesidades de los más pequeños y para reconocer la labor de las personas que cada día trabajan para que los niños y niñas tengan un futuro mejor.

En Cuba celebra este día desde 1963, como resultado de la Conferencia Internacional de Defensa de la Niñez, efectuada en 1952.

Fueron los niños para el Comandante el principio fundamental en la construcción y continuidad de la Revolución.

Al hacer entrega de la fortaleza militar al Ministerio de Educación, el 24 de febrero de 1960 expresó:

“Y en eso es en lo que más debemos pensar: en los niños de hoy, que son el pueblo de mañana.  Hay que cuidarlos y velar por ellos como los pilares con que se funda una obra verdaderamente hermosa y verdaderamente útil”.

En el Acto de Inauguración del Palacio de los Pioneros, 6 de enero de 1962:

“¡Y nosotros queremos que todos los niños sean felices!  Para que los niños sean felices se ha luchado, para que los niños sean felices han tenido que dar su vida muchos patriotas, desde Martí, Maceo y todos los q  ue han muerto !”

En el acto de entrega de las obras de remodelación de la Ciudad de los Pioneros José Martí, el 1ro de julio de 1990:

“Los niños siempre conquistan el corazón de los pueblos”.

Al concluir un acto en la Tribuna Antimperialista José Martí en el 2001:

“Me siento orgulloso de nuestra juventud y niñez. A este pueblo nadie lo puede llevar por un camino que no sea el de la Revolución. No lo aceptaría. La garantía de la continuidad de la Revolución está en que ella es una obra de todo el pueblo”.

Sirvan estos ejemplos como inspiración para felicitar a nuestros más pequeños de casa. Ahora, inevitablemente, debemos cuidarlos más que nunca, para evitar su contagio y de esa forma, lograr que perdure su alegría.

¡Cuidemos y amemos a nuestros niños!

 

 

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