Destacadas

“El más universal de los cubanos”

Compartir en

Hombre de infinito amor, humildad y sabiduría; quien a través de su vida conoció las diferentes aristas del carácter humano, y dejó en sus obras ejemplo del más digno y hermoso legado para todos. Fue José Martí, Héroe Nacional de Cuba, insigne patriota y revolucionario.

Pero fue además un sencillo impulsor de la dignidad, de la honra y la soberanía de los hombres. Sencillo por su carácter humilde, su extrema sensibilidad, quien sufrió la amargura del presidio, la maldad humana, pero que sobre todas las cosas supo apreciar la belleza de lo natural, entregar de todo corazón su amor hacia todos sus conocidos.

Las expresiones martianas de su amor son tantas que pudiera decirse que son incontables, lo que incita cada vez más a estudiar y conocer su literatura, para entender cómo se manifestó, en él, el más sublime de los sentimientos humanos. Amó tanto a su familia, que es ejemplo, en cada una de las obras que le dedicó a ellos, de respeto y entrega a sus seres queridos.

Por eso Martí debe constituir un faro de luz que irradie cada día a hacer el bien, a buscar nada más que la verdad, y alabar a otros, no a nosotros mismos, porque a la honra precede la humildad.

Algunos ejemplos de cómo vemos a Martí en su verbo, autoreferenciado en humildad y amor, son expresiones de su Epistolario, poco estudiado por la crítica, sobre todo en las cartas a sus familiares, que tienen un carácter más íntimo. Donde podemos ver a Martí autorretratado, sin egolatría, sin rebuscamientos, sin distanciamiento.

Basta con leer frases de sus cartas a la madre y sus hermanas como estas, donde se destacan algunos de sus valores:

“su obediente hijo”.  (La obediencia)

“este hijo que nunca la ha querido tanto como ahora” (el hijo cariñoso)

“yo no me curo de este silencio mío, que es el pudor de mis afectos grandes y mi modo de queja contra la fortuna que me los roba y como venganza de esta fatal necesidad de hablar y escribir tanto en las cosas públicas, contra esta pasión mía del recogimiento, cada vez más terca y ansiosa” (El recato y la autocontención, la inquietud poética y política)

“A otros puedo hablar de otras cosas. Con Ud. se me escapa el alma, aunque Ud. no pruebe con el cariño que yo quisiera, sus oficios” (su intención revolucionaria)

“lea ese libro de versos: empiece a leerlo por la página 51. Es pequeño- es mi vida” (autocrítica literaria, modestia)

“Corta es mi carta, más si bien la peso,

Me une a tu imagen tan estrecho lazo,

Que es cada frase para ti, un abrazo,

Y cada letra que te escribo, un beso”. (cercano)

“Nada por mi placer -todo por mi deber; todo lo que mi deber permita, en beneficio de los míos” (sacrificio)

¿Existe algo más hermoso que ese profundo sentimiento humano?

Así es nuestro Martí.

 

Comenta aquí

*