Educativas

Escuela avileña por categoría de Monumento local

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Cuando una sociedad es fértil en hombres y mujeres de bien, remitirse a los inicios escolares es de obligada referencia porque, junto a la familia, la escuela es el ente formador de valores, buenas prácticas y el lugar en el que se transforma todo lo que ha de cambiarse.
Con estas características tiene Ciego de Ávila una institución que resguarda en cada una de sus aulas y pasillos no solo historia, sino saberes que se comparten de una generación de estudiantes a otra: la escuela primaria José de la Luz y Caballero.
Fundada en el año 1930, pero con antecedentes que datan del 1917, cuando apenas contaba con una única aula, el centro ha graduado a personalidades del terruño como la maestra Sara Fe Ruiz, Hija Ilustre de la Ciudad, y el periodista Héctor Paz Alomar.
Otros educadores prestigiaron al claustro de profesores que durante los 80 años de existencia de la escuela han fungido, también, como directores del centro. Sobresalen los nombres de Nidia Velázquez, Marcelino Martínez, Alina Hernández Peña e Idolidia Sorí Hera, estas últimas al frente de la exposición y conversatorio La escuela primaria José de la Luz y Caballero: su impacto en la sociedad avileña, realizado durante esta jornada, en el Archivo Histórico Provincial Brigadier José A. Gómez Cardoso.
En dicho encuentro, la maestra María Flora Zulueta Bernal, quien lleva 23 años de servicio en la institución, y 49 de profesión, compartió sus experiencias en el aula de pre-escolar, las que, de conjunto con el trabajo comunitario, han posicionado al centro como uno de los más prestigiosos de la provincia.
A decir del Máster en Ciencias Ángel Cabrera Sánchez, historiador de la Ciudad, esta escuela primaria es un símbolo y, al mismo tiempo, debería ser declarado como el lugar sagrado de la pedagogía avileña por el trabajo social que en ella se realiza.
Por decisión de los participantes, se hizo oficial la propuesta de declararla Monumento local, en la que se pretenden desarrollar todas las actividades que agasajen a los educadores, idea que deberá materializar la Dirección Nacional de Monumentos, para convertir a la José de la Luz y Caballero en el primer centro educacional que ostente dicha categoría.
Tomado del periódico digital Invasor

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