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Felicidades Educador

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La educación para todas las personas es vital, necesaria y se desarrolla desde el momento en que nacemos. Nuestros primeros educadores son nuestros padres quienes nos enseñan y muestran el mundo.
Nuestra segunda aproximación la hacemos en la escuela, cuando tenemos contacto con otras personas que contribuyen a nuestra formación, con quienes pasamos la mayor parte de nuestro día y a quien aprendemos a querer: los maestros.
Si pensamos en quién es un maestro, podemos acudir a la definición textual emitida por la Real Academia de la Lengua Española que define al maestro como aquella persona que enseña una ciencia, arte u oficio, o tiene el título para hacerlo; pero también podemos recordar a aquellas personas que en el transcurso de la vida pueden transformar la manera de ver nuestro mundo y nuestra realidad.
¿Cómo no recordar a la primera maestra que nos enseñó a leer y escribir, al profesor de matemáticas, la profesora de español, el profe  de educación física? ¿Cómo no recordar al profesor de filosofía ,que marcaría de una vez y para siempre nuestro camino en la vida? Si hablamos de profesores universitarios, de pidos, de ejemplos de vida como no recordar a los profe Alejo, Nieves, Cepero, Serantes?
El 22 de diciembre  es la fecha que nos permite reconocer el trabajo, entrega y sacrificio a nuestros docentes, profesores y maestros. En la jornada del educador se reconocen los logros de esa labor que se enfrenta a los constantes cambios y avances de la ciencia, y a una sociedad con retos cada vez mayores que nos exige innovar y luchar para formar personas educadas y de bien, siempre anteponiendo la vocación contra toda adversidad.
En estos tiempos que discurren, marcados por la pandemia, la sénior esencialidad en la docencia, es meritorio reconocer a los profesionales que, además develar por la preparación académica de sus alumnos,
asumieron la tarea de apoyar el centro de aislamiento que radicó en nuestra Universidad.
Un solo día es, sin duda, poco para agradecerles a nuestros profesores  todo lo que con amor, paciencia y dedicación,
hacen por la educación de nuestros jóvenes. Ellos, con su trabajo diario, guían a sus estudiantes no solo por un
mundo de conocimientos, sino por el camino de la vida.
A través de estas líneas queremos agradecer a todos los docentes de nuestra Universidad de Ciego de Ávila  por su tesonera e invaluable tarea formando el futuro del país. ¡Somos Continuidad !
Colaboración de la MSc. Marla Delgado Knigth

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