Desde el pasado 25 de enero la Universidad Máximo Gómez Báez reabrió sus puertas como centro de aislamiento para pacientes sospechosos y contactos de casos positivos de la Covid-19, con una capacidad de 197 pacientes.
En esta institución un grupo de jóvenes de distintas universidades del país, dijeron presente al contribuir como trabajadores voluntarios en favor de la salud del pueblo.
En los últimos 3 años estos jóvenes universitarios se dedicaban de cuerpo y alma al estudio y cuando creyeron que estaban cerca de cumplir su principal objetivo, terminar de forma satisfactoria su carrera, cambio el destino del mundo por una pandemia tremenda y volvió el futuro ingeniero a la Universidad que lo recibió desde el primer día de curso, pero esta vez, como voluntarios para brindar su apoyo junto al personal de la salud, convertida esta institución en centro de aislamiento de personas sospechosas de padecer la covid-19.
Los Jóvenes por la Vida con la responsabilidad y valentía que los caracteriza, realizan limpieza de interiores y exteriores, así como la entrega de alimentos, según las experiencias contadas por Lien Morejón, Marco Antonio Gómez y René Pérez O’Farril, estudiantes del centro educativo.
Esa entrega se repite en los rostros de estos valientes guerreros, todos ellos hablan el lenguaje del compromiso y de los cuidados para no contagiarse sin que ello signifique huirle al trabajo. Cuando el tiempo pase y el destino los agasajes en formar una familia podrán contar la historia de su papa o mamá que peleó contra el coronavirus y su historia tendrá a muchos protagonistas de rostros sencillos.
Colaboración de Yasel Díaz Drago,Televisión Avileña.
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