En mes y medio Khaby Lame ha devenido una de las figuras más populares del mundo del entretenimiento digital. El joven senegalés, radicado en Italia, cuenta con 60 millones de seguidores, más de 810 millones de me gusta y es el cuarto perfil más seguido de la red social, TikTok. Su fórmula del éxito es tan sencilla como brillante.
Básicamente, Lame se dedica a reaccionar a tutoriales absurdos que circulan en la red. Uno de los más famosos es el de una persona que corta la cáscara de un plátano con un cuchillo. Acto seguido, el influencer procede a retirar manualmente la piel de la fruta y una vez que termina, sin emitir una palabra y con gesto de decepción en el rostro, mira a cámara para enfatizar el ridículo de lo anterior.
“Es sencillo, es básico, no requiere medios técnicos, es crudo y está hecho desde una habitación. Es perfecto para TikTok, que a través de su algoritmo premia estos vídeos permitiéndoles acumular cientos de millones de visualizaciones”, expresa un artículo de la revista Esquire dedicado a él.
En reciente entrevista con la agencia española EFE, contó que la iniciativa surgió en marzo de 2020 cuando lo despidieron de su trabajo en un taller mecánico debido al confinamiento por la pandemia de COVID-19. Aburrido y sin nada que hacer se abrió una cuenta en TikTok, plataforma en la que nunca había entrado y “no sabía ni siquiera qué era”, reconoció. No obstante, fue en abril de este año cuando las cifras de visualizaciones empezaron a crecer exponencialmente, a uno o dos millones diarios de media, impulsados por el algoritmo de la red social.
El joven admite tener inclinación hacia la comedia y algún día aspira hacer televisión y cine. Mientras tanto, como muchos otros famosos surgidos de la referida plataforma china, espera expandirse a otras como YouTube y Twitch.
En parte, ello se debe a que para los creadores de contenido es casi obligatorio innovar en la variedad de sus productos audiovisuales por la propia demanda del público. Sin embargo, en TikTok cambia esta dinámica. Si bien en Instagram y Twitter aparecen las publicaciones de las personas y páginas que seguimos, en la plataforma china quien decide eso son algoritmos que interpretan los gustos de los usuarios, y no las personas que esos mismos usuarios siguen.
Por lo tanto, si Khaby Lame decidiera cambiar la tónica de sus videos puede correr el riesgo que se reproduzcan con menos frecuencia y lleguen a menos gente.
La lógica frente a lo absurdo
La afluencia y producción de contenido basura en Internet son tan ilimitadas como la propia estupidez humana en ocasiones. Otro video popular es el de otro tiktoker (como se les llama a los usuarios en TikTok) que se libra de la puerta de un carro al cortar su ropa con unas tijeras. Lame bajo las mismas circunstancias, demuestra que la solución está en abrir la puerta del vehículo.
El influencer ha aclarado en varias entrevistas que su objetivo no es ofender a nadie sino entretener a la gente. Sin embargo, su hacer reír a base de señalar “obviedades” ofrece una reflexión en torno a cómo la cultura del consumo promueve artefactos que no necesariamente nos hacen la vida más fácil; de hecho, muchos ni siquiera tienen sentido.
Por otro lado, es necesario preguntarnos como usuarios hasta qué punto hemos llegado que al parecer necesitamos a personas como Khaby Lame que más que mostrarnos lo gracioso en lo ridículo, nos devuelvan el sentido común en torno a las situaciones más básicas de la vida.
Tomado de Cubadebate.
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