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La justicia social en todos sus alcances

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Hasta este 17 de mayo, fecha en que se ratifica internacionalmente la lucha contra la homofobia y la transfobia, se celebra en tierras espirituanas la edición 16 de las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, por primera vez con sede en la provincia.

La celebración abrió con la feria comunitaria Por el bienestar de las familias, espacio en el que estuvieron presentes activistas de la localidad y del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), así como otras autoridades de las organizaciones de masas del territorio.

Una bandera arcoíris en favor de las causas de la comunidad LGBTIQ+ fue desplegada en la fachada de la Casa de Cultura, en el céntrico parque Serafín Sánchez, donde se mantendrá hasta el cierre de las jornadas.

La doctora Mariela Castro Espín, directora del Cenesex, explicó en conferencia de prensa celebrada en la Casa de la Música que «estas jornadas se realizan para ayudar a la sociedad cubana a reflexionar, a informarse, a transformar esa cultura colonial y neocolonial que hemos heredado de ese patriarcado construido durante siglos.

«Nuestro trabajo se enfoca en erosionar los cimientos, desgastándolos, ya que por decreto no se cambian estos mecanismos. Requieren un trabajo de años, constante educación y comunicación. Para eso son las jornadas, para cambiar esa visión estereotipada y rígida sobre las personas LGBTIQ+.

«Llevamos 16 años haciendo estas jornadas. Esta vez también estamos celebrando los resultados obtenidos por el esfuerzo colectivo: cambios en la política social, gracias al diseño de macroprogramas guías; un enriquecimiento en los objetivos del Partido Comunista de Cuba, el reconocimiento de la pluralidad familiar, los principios de no discriminación y otros artículos reflejados en la Constitución de la República aprobada en 2019, y por último, la aprobación del Código de las Familias».

A la pregunta de Granma sobre qué trabajo se lleva a cabo en las comunidades y zonas rurales, la doctora Castro Espín respondió que se ha hecho un trabajo satisfactorio en comunidades como Manzanillo y Buey Arriba, en Granma; Rodas, en Cienfuegos; y Puerto Padre, en Las Tunas; pero es importante sistematizarlo más y descentralizar los espacios de debate, apoyándose en las fortalezas de las propias comunidades y los activismos locales.

«Ahora queda seguir educando, seguir trabajando para que se comprenda, para que se interprete la responsabilidad ciudadana, y viabilizar la búsqueda de apoyo, cuando estos derechos quedan violentados», agregó.

También, se realizó el panel Homofobia y Transfobia.

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