Política y Sociedad

La Revolución crece

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El sentimiento ineficaz es hoy trabajo ordenado y asiduo, que han de mal mirar naturalmente todos los que quieren escapar a sus obligaciones. La aspiración de ayer es ya sacrificio hoy, que ven con ira, fácil de entender, los que no se quieren sacrificar. Por sobre eso hay que pasar, y se pasa.
Se conoce, y obra. Lo primero es conocerse; porque sin fin fijo y viable, y sin medios correspondientes a él, sólo se echan a andar los ambiciosos, esos grandes criminales, y los locos. Era ambiente la revolución, y hoy es plan (…).
El sentimiento ineficaz es hoy trabajo ordenado y asiduo, que han de mal mirar naturalmente todos los que quieren escapar a sus obligaciones. La aspiración de ayer es ya sacrificio hoy, que ven con ira, fácil de entender, los que no se quieren sacrificar. Por sobre eso hay que pasar, y se pasa.
Del árabe se han de tomar dos cosas a lo menos: su oración de todos los días, en que pide a Allah que le haga ir por el camino recto, y el proverbio aquel que dice que no llegará al final de su jornada el que vuelva la cabeza a los perros que le salgan al camino. La ciencia, en las cosas de los pueblos, no es el ahitar el cañón de la pluma de digestos extraños, y remedios de otras sociedades y países, sino estudiar, a pecho de hombre, los elementos, ásperos o lisos, del país, y acomodar al fin humano del bienestar en el decoro los elementos peculiares de la patria, por métodos que convengan a su estado, y puedan fungir sin choque dentro de él (…).
Ni hombres ni pueblos pueden rehuir la obra de desarrollarse por sí, de costearse el paso por el mundo (…).
La revolución nos salvará. La revolución puede ser. La revolución crece.
(Fragmentos del artículo Crece)
Tomado del Periódico Digital Granma

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