Las grandes ciudades y áreas metropolitanas consumen muchos recursos, incluidos los de sus alrededores, y por tanto contaminan el medio ambiente y la naturaleza. Al mismo tiempo, muchas personas en las ciudades sufren de malas condiciones ambientales como el ruido y la contaminación del aire.
Las ciudades deben cambiar para hacer frente a los desafíos fundamentales del futuro: el cambio climático, los recursos cada vez más escasos y la pérdida de los medios de vida naturales. El concepto mismo de ciudad sostenible nació del deseo de dar solución a los problemas actuales y futuros vinculados a los estilos de vida humanos y su influencia en la tierra.
Existen diferentes definiciones de ciudad sostenible, pero una noción común de este conjunto de definiciones sería:
«Una Ciudad capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras, y en particular a través de la protección del medio ambiente».
Según la ONU (Organización de las Naciones Unidas) son aquellas que se dedican a lograr la sostenibilidad verde, la sostenibilidad social y la sostenibilidad económica. También se le conoce con el nombre de «Sostenibilidad Urbana». Por lo tanto, las ciudades sostenibles están compuestos generalmente por eco-distritos cuyo objetivo principal es reducir la huella ecológica humana maximizando la eficiencia en términos de consumo de energía y uso de recursos naturales y renovables.
Debe ser una ciudad que funciona de manera eficiente y en constante evolución. No debemos olvidar que la ciudad sostenible es más un proyecto que una definición o teoría, una ciudad que pone en juego un proyecto medioambiental, económico y social. Concretamente, por ejemplo, una ciudad sostenible apuesta por la lucha contra la contaminación ambiental. El desarrollo urbano sostenible significa que con todos los cambios, la ciudad debe verse como un todo. Por ejemplo, también debe contrarresta la desigualdad social.
Como puedes ver el desarrollo urbano sostenible tiene multitud de facetas y campos de actuación.
Además de la construcción de nuevos edificios o el diseño de ubicaciones comerciales, esto incluye, entre otras cosas, opciones de movilidad que sean amigables con la ciudad y con el medio ambiente, pero también socialmente justas.
Las características de una ciudad sostenible incluyen:
– Un bajo consumo de energía y recursos: Estos incluyen, por ejemplo, el alumbrado público de bajo consumo energético y los edificios con aislamiento térmico.
– Una ciudad sostenible motiva a los habitantes a prescindir de su propio coche con la mayor frecuencia posible y, en cambio, a utilizar el transporte público. En el contexto del desarrollo urbano sostenible, por ejemplo, podrían introducirse billetes baratos de autobús y tren.
– El espacio existente se utiliza de forma sostenible. Una ciudad sostenible evita edificios vacíos y terrenos en barbecho. También utiliza el espacio existente de la manera más eficiente posible, por ejemplo, combinando una tienda en la planta baja y apartamentos en los pisos superiores.
– Se evita la producción de materiales inutilizables para evitar el desperdicio de recursos. El desarrollo urbano sostenible incluye un sistema de eliminación eficiente en el que se recicla la mayor cantidad de residuos posible.
Los municipios pueden contribuir a que su ciudad sea sostenible a través de cinco medidas:
– Utilizando los recursos existentes de manera más eficiente, por ejemplo utilizando materiales reciclados, y reducir la proporción de productos de desecho no reciclables.
– Reducción de la demanda de bienes y servicios.
– Utilizar recursos renovables como la energía solar o la energía eólica y reducir la proporción de recursos no renovables como los combustibles fósiles o las tierras raras.
– Reducir los residuos (por ejemplo, materiales de embalaje, aguas residuales).
– Distribuyendo los recursos disponibles de manera uniforme entre todos los consumidores.
Fuente: https://areatecnologia.com/tecnologia/ciudades-sostenibles.html
Comenta aquí