DestacadasEfemérides

Maceo y la histórica Protesta de Baraguá

Compartir en

MACEO Y LA HISTÓRICA PROTESTA DE BARAGUÁ.
En estos 143 aniversarios de la histórica Protesta de Baraguá sería inadmisible no hacer alusión a la personalidad de Antonio Maceo Grajales, un reconocimiento a su acción militar, su capacidad de dirección y fidelidad a la causa patriótica.
En febrero de 1878 se produjo la firma del Pacto del Zanjón, mientras esto sucedía, Maceo desarrollaba una intensa y exitosa campaña, con combates como los de la Llanada de Juan Mulato y el de Montes de San Ulpiano; pero no es esta la razón de su negativa al documento, sino su exacta comprensión de que se estaban omitiendo los principios supremos de la lucha del pueblo cubano: la independencia absoluta y la abolición de la esclavitud. Frente a lo acordado en el Convenio del Zanjón, que concedía una paz sin resolver la problemática nacional, Maceo desplegó una intensa actividad dirigida a levantar el espíritu patriótico de los cubanos y a expresar ante la más alta autoridad española la decisión de continuar la lucha. A tales efectos le solicitó una conferencia a Arsenio Martínez Campos, pero con la advertencia de que “no será para acordar nada, y sí para saber qué beneficios reportaría a los intereses de nuestra Patria hacer la paz sin Independencia”
La trascendental entrevista del 15 de marzo de 1878 y los acontecimientos de los días posteriores significaron un hito en la trayectoria de Antonio Maceo, quien con su intransigencia revolucionaria representó el ascenso de los sectores populares en la definición de los destinos del proceso redentor cubano. Los hombres encabezados por Maceo dieran una organización militar y legal a la revolución. El gobierno electo quedó presidido por Manuel de Jesús Calvar y la estructura militar tuvo como máximo jefe al mayor general Vicente García y en la breve carta magna aprobada –Constitución de Baraguá–, quedaron recogidos principios esenciales e inviolables como fue que el gobierno quedaba facultado para hacer la paz sobre las bases de independencia y con el conocimiento del pueblo.
Con la Protesta de Baraguá la personalidad de Antonio Maceo alcanzó mayor dimensión. Aquel hecho rebasó los marcos de su época para convertirse en un símbolo de resistencia y continuidad revolucionaria. Desde entonces la impronta del Titán de Bronce acompaña a los revolucionarios cubanos en su continuada lucha.
La Protesta de Baraguá es un símbolo de la nación cubana, utilizado por sucesivas generaciones como paradigma revolucionario, que perpetúan el ejemplo inmortal de Antonio Maceo.
En el alegato “La historia me absolverá” pronunciado en el juicio por los sucesos del 26 de julio de 1953, el Comandante en Jefe Fidel Castro, al reconocer el enorme papel de la tradición pedagógica cubana, expresó:
“Vivimos orgullosos de la historia de nuestra patria, la aprendimos en la escuela y hemos crecido oyendo hablar de libertad, de justicia, y de derechos[…] se nos enseñó que el Titán había dicho que la libertad no se mendiga, sino que se conquista con el filo del machete…”
Y en los discursos pronunciados por el centenario del inicio de las luchas independentistas y de la Protesta de Baraguá, el 10 de octubre de 1868 y 15 de marzo de 1978, respectivamente argumentó que Maceo en Baraguá “[…] salva la bandera, salva la causa y sitúa el espíritu revolucionario del pueblo naciente de Cuba en su nivel más alto…”, y en el pronunciado en Baraguá, ratifica: Lo que sí puede afirmarse es que con la Protesta de Baraguá llegó a su punto más alto, llegó a su clímax, llegó a su cumbre el espíritu patriótico y revolucionario de nuestro pueblo; y que las banderas de la patria y de la revolución, de la verdadera revolución, con independencia y con justicia social, fueron colocadas en su sitial más alto”
El optimismo, la decisión de continuar la lucha y la intransigencia de Antonio Maceo en Baraguá, y en su brillante existencia, trascienden en las nuevas generaciones, que hacen suyos sus ideales, con la convicción de que “el futuro de Cuba será un eterno Baraguá”

Por DrC Sayly de la C.Rodríguez Santana. Coordinadora del Observatorio Social Universitario

Comenta aquí

*