Querida universidad, corría el año del 25 aniversario cuando por el azar de la vida llegué a tus puertas, llevaba mi mochila cargada de sueños, esperanzas, pasiones y amores de la juventud que poco a poco se fueron haciendo realidad.
A ti querida, te escribo con el amor que profesa un hijo a su madre amada, con la nostalgia del viajero que alejado de sus seres queridos ansia su regreso para besar tu frente limpia y clara.
Fui recibido como uno más de tus hijos, me guiaron hombres y mujeres que profesan una bondad inigualable, para aquellos que como yo llegaron siendo simplemente niños.
Madre mía, que con paciencia has formado las nuevas generaciones, hoy cuando llegas a los 45 años y convergen en ti experiencia y juventud te deseo muchas felicidades.
Te diré que gracias a ti aprendí que escuchar es mejor que hablar, que cada palabra debe llevar el significado de la vida, que la paciencia debe ser infinita, que el amor se brinda con el corazón y los pensamientos siempre deben estar enfocados en hacer el bien a los demás, aprendí además que la vida es para brindar la mano a quien la necesite.
Gracias madre por darme cada día mientras camino en tus pasillos ese tesoro que es la juventud, por brindarme la risa de los amigos, por darme la oportunidad de crecer junto a ti, por ser parte de aquellos que como yo piensan que aún tenemos mucho para darte como retribución a lo que has hecho en mi vida personal y profesional.
45 llena de amor, cuidada por tus hijos, amada por generaciones, feliz cumpleaños UNICA.
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