Hoy te invoco ser inmortal, extraordinaria compañera que con fuerza y maña, irrumpiste en la historia y conquistaste batallas. Es tu ejemplo luz que ilumina el camino y tu constancia fulgor que satisface ensueños.
Legendaria guerrillera del llano y de la sierra, fragancia de flores, dulce tenacidad, rebelde efigie que atesoras humanismo, solidaridad, respeto y consagración.
Engendro de Mariana, pensamiento y acción, espejo de mujer nueva con excepcionales prismas, que ostentas modestia, coraje y valor.
Junto a ti las cubanas certeras, victoriosas emprenden el sendero del amanecer, y tu figura indómita llama a la batalla de la libertad y la esperanza, del porvenir y la paz.
Tu memorable vida de esfuerzos y añoranzas respalda el trabajo, la creatividad, de esa obra también tuya, nuestra, de todos por igual.
Generaciones, pueblos enuncian tu nombre, símbolo genuino de la honestidad, insignia legítima de la perseverancia, el amor al trabajo y a la revolución.
Honor y gloria llevas por doquier Alicia, Deborah, Mariela. Maestra flagrante, constructora de sueños, heroína siempre: Vilma Espín Guillois.
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