Andan forradas, de un lado a otro, sin miedos. Trapeadores, desinfectantes, escobas, cubos, colchas… en manos enguantadas. Desde que Shanell llegó al mundo, difícilmente se apartan. Y Sady hace buen equipo con su única hija, la cual puede ser considerada una extensión de sí misma ante la vida y por la vida.

Del 15 de febrero al próximo día 28, la limpieza de la Zona Roja del centro de aislamiento de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez (UNICA) posee el sello de estas comprometidas mujeres. Ambas miembros de la Brigada Jóvenes X la Vida, tienen una nutrida trayectoria en el desafío a la COVID-19 en la provincia.

“Participamos en el contingente Apoyo al Transportista, nos despeñamos como gestoras de cobro de multas (llamado Rumbo al 100), mensajeras de zona en cuarentena, para alcanzarle medicamentos o alimentos a ancianos enfermos, y contribuimos con la realización del censo poblacional a vulnerables, previo a la implementación de la Tarea Ordenamiento.”

Pero, al hablar de Sady Leal Mantilla, máster en Ciencias de la Actividad Física Comunitaria, con 26 años de experiencia laboral, hay que hojear más hacia atrás.

“Trabajo en la Universidad desde 1998, soy profesora auxiliar de la Facultad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte, en la que imparto las asignaturas de Gimnasia Básica y Educación Rítmica. He cumplido misiones en tres momentos, en tres universidades mexicanas. Actualmente soy profesora principal del grupo de primer año de la carrera.”

Ahora, en medio de una pandemia que ha cambiado el rumbo de todo, que rebrota y rebrota, no contó hasta diez ni pidió un rato para pensarlo.

Limpiar los módulos donde están confinadas las personas sospechosas, o sea, los pasillos, baños, salas de estar…, es como cursar otra maestría en el curso de la existencia misma.

¿Qué hace Shanell Batte Leal ante tal ejemplo? Sencillamente, ser y actuar como su mamá. Ella es estudiante de cuarto año de la carrera de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte, militante activa de la Unión de Jóvenes Comunistas y la Federación Estudiantil Universitaria, con resultados en exámenes de premio, eventos científicos y deportivos y, no menos importante, integra,el conjunto músico danzario Telón Abierto como artista aficionada, en el que derrocha belleza y aptitudes.

Y “Shane”, así le dicen cariñosamente, sabe que la vida no viene con un manual, pero viene con una madre, que es un mapa de ruta biológico y emocional, el árbitro de todas las relaciones. Sin dudas, una junto a la otra son el reflejo del amor propio y el empoderamiento, una fuerza a tener muy en cuenta.

Con extremo (auto)cuidado, lo único de lo que podrán contagiarse los integrantes de la Brigada universitaria avileña es de la risa de una madre que prefiere ir con su hija al campo de batalla, y viceversa. Incluso, en el combate,a un lado queda la relación biológica, porque se trata, más que de eso, de una actitud ante la Patria, fuerte y solidaria, que “agarra la vida por los cuernos”.

Por José Alemán Mesa,Periódico Invasor