DestacadasEducativas

¿Cómo la enseñanza técnica puede tributar al desarrollo del país?

Compartir en

Desde 2019, Cuba trabaja en el proyecto de colaboración internacional Fortalecimiento de la Educación Técnica y Profesional en el país (Profet), una iniciativa que tributa, además, al proceso de actualización del modelo económico.

Dados los escasos recursos naturales que posee y las potencialidades en materia educativa, Cuba tiene necesariamente que apostar por un futuro en el que los recursos humanos sean el principal baluarte para impulsar el desarrollo sostenible y sustentable.

En medio de un contexto como el actual, en el que se agravan las carencias, y la innovación se vuelve la principal vía para echar a andar el país, queda demostrada la importancia de contar con personas mejor preparadas para asumir los retos globales: hombres y mujeres de ciencia, como apuntaría Fidel, señalando certeramente la senda que debía seguir la Revolución.

Precisamente para contribuir a la formación y el desarrollo de mejores habilidades profesionales en materia de producción y servicios, desde 2019, Cuba trabaja en el proyecto de colaboración internacional Fortalecimiento de la Educación Técnica y Profesional en el país (Profet), una iniciativa que tributa, además, al proceso de actualización del modelo económico que estamos viviendo.

Cerca de 10 000 jóvenes de 29 politécnicos de la nación se favorecen con esta oferta educativa de mayor calidad, en la que participan los ministerios de Educación (Mined) y del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), así como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude).

Vale señalar que el proyecto propone, en alianza con la Editorial Pueblo y Educación, la edición e impresión de una estrategia de género e inclusión, garante de un sistema de capacitación que permita crear en las instituciones politécnicas un ambiente propicio al desarrollo pleno de hombres y mujeres, así como la atención individualizada a jóvenes con necesidades educativas especiales.

Previsto hasta 2023, Profet incluye acciones en 23 municipios de las 15 provincias y la Isla de la Juventud, donde más allá de la formación básica y de quienes llegan a la Universidad, pretende elevar los niveles y capacidad de los egresados cubanos para contar con mayores oportunidades y competencias en el mundo laboral.

EN GUANTÁNAMO

Del proyecto, en Guantánamo se benefician los politécnicos Manuel Simón Tames Guerra, en Niceto Pérez; Julio Antonio Delgado, de Guantánamo, y Desembarco por Duaba, de Baracoa, según explicó Lisset Barnet Alá, jefa del Departamento de Enseñanza Técnica y Profesional (ETP) en la dirección provincial de Educación.

De acuerdo con la especialista, en dichos centros los principales cambios se ven en la actualización de la base material y los medios para el estudio, con tecnología de última generación, la creación de clínicas veterinarias, laboratorios informáticos y de idiomas, así como aulas especializadas.

«Sobre todo nos dota de recursos que permiten incluir modalidades prácticas en el currículo estudiantil para adquirir destrezas necesarias en el futuro –detalló la especialista–, por eso no solo recibimos computadoras, pizarras interactivas, tablets, memorias y discos duros, sino también minindustrias para procesar hortalizas y frutas, laboratorios de sanidad vegetal, botas y ropa de trabajo, herramientas y otros insumos de uso cotidiano».

Barnet Alá explicó que, por ejemplo, en el politécnico Desembarco por Duaba se cuenta con el mobiliario para armar una habitación y realizar las prácticas de alojamiento hotelero; igualmente se montó un restaurante, una barbería-peluquería y un laboratorio para el estudio del inglés, como competencia necesaria para el mercado actual baracoense, con perspectivas de crecimiento turístico.

Resalta el aporte que han significado estas nuevas instalaciones para la capacitación de los trabajadores de los sectores estatal y no estatal, pues también se aprovechan para cursos de superación, fruto de convenios con las instituciones enclavadas en la Primada de Cuba.

Otro resultado significativo de la iniciativa se ve en el politécnico de la construcción Julio Antonio Delgado Reyes, donde los estudiantes se dedican a la elaboración de cabos para cucharas de albañilería, mangos para las palas, reglas, útiles para los organismos locales y reducen gastos considerables.

«La palabra clave de Profet es integración, porque se aúnan innovación, tecnología, así como el vínculo del sector educacional con el que labora», afirmó la jefa de la ETP en el Alto Oriente, quien significó cómo las acciones conjuntas de instituciones, profesores, estudiantes y familias propician la formación plena de los muchachos de politécnico, e incluso tributa al sentido de pertenencia y orgullo de quienes cursan las especialidades técnicas.

TAMES COMO REFERENCIA

En Niceto Pérez, Profet se implementa en el Instituto Politécnico Agropecuario (IPA) Manuel Simón Tames Guerra, único de su tipo allí, y referente en la enseñanza técnico-profesional de la provincia, en especialidades como veterinaria, agronomía y forestal. De hecho, por seis años han merecido la triple corona de la excelencia, que confiere el movimiento de la Agricultura Urbana y Suburbana en Cuba.

«Gracias al equipamiento donado por el proyecto, hoy brindamos clases con tecnología de punta, y complementamos esos saberes con las aulas anexas fuera de la institución educativa, e incluso en la comunidad», destacó Alexander Caldero Mejías, máster en Ciencias de la Educación y director del centro hace más de cinco años.

Apuntó que cuentan con 24 computadoras conectadas a internet, que permiten a los estudiantes interactuar en las redes, buscar bibliografía, documentación para el estudio independiente, y la mejor adquisición ha sido la minindustria con la que obtienen vinagres, vegetales encurtidos y condimentos frescos que antes se producían de forma rústica, y que ahora tienen mejor calidad y acabado.

«Lamentablemente, la pandemia ha impedido avanzar más en otras obras como la clínica veterinaria, que aún está en proceso de terminación, y es vital para la enseñanza pecuaria, pero continúan las labores constructivas con la brigada de la Empresa de Aseguramiento y Servicios a la Educación», aseveró.

Miguel Ramírez Osorio, subdirector docente del IPA, habló del cambio positivo en la formación y la motivación de los adolescentes, quienes llegan cada día a las aulas más entusiasmados e interesados por aprender y contribuir al progreso de la comunidad mediante la producción sostenible de alimentos.

«Desde aquí podrán realizar la inseminación artificial de especies, como servicio a cooperativas y productores, también tienen la posibilidad de crear líneas de control biológico contra plagas y enfermedades nativas, efectuar operaciones quirúrgicas en animales, entre otras oportunidades que hacen más atractivas las especialidades agrotécnicas y ayudan a un mayor interés de los jóvenes por permanecer en la escuela», agregó Ramírez Osorio.

Ana Elsi Jorge Quiala, estudiante de segundo año de Zootecnia veterinaria, de Guantánamo, agradece la oportunidad de trabajar directamente con la indumentaria, que será parte de su vida una vez graduada. «Ahora entiendo más de mi carrera, y la importancia que tiene, tanto para la producción como el equilibrio en la naturaleza. Deseo saber más y sé que podré hacerlo, dado el acceso que tenemos a las nuevas tecnologías de la información, de forma gratuita».

Beralín Troitín Fresco, también de segundo año, confesó que ya se siente veterinario, e incluso ayuda a sus coterráneos del municipio de El Salvador, zona eminentemente agrícola, donde considera que la ganadería debería ser otro potencial para el desarrollo. Con esa premisa, recorre los más de 22 kilómetros que separan su poblado natal y el IPA Manuel Tames, pues sabe que en las aulas de ese centro está su destino, que es también el de la familia y, por tanto, su aporte sustantivo al país.

Tomado del Periódico Digital Granma.

Comenta aquí

*