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El retrato de Laidel

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El caballero de la foto -sonriente, pícaro, jaranero y corredor de máquina por teléfono- fue de los 30 jóvenes que, al finalizar un trabajo voluntario en la Empresa DCballos Cuba, recibieron un reconocimiento por su papel en el enfrentamiento a la #Covid19.

Tiene la delgadez del Quijote, pero el físico se corresponde con el altruismo del legendario caballero andante, porque Laidel Castillo Reyes fue de los muchachos que atendieron (y aún lo hacen) a ancianos y personas de riesgo con la pandemia, entre otras labores más.

Esta entrevista, publicada en el Boletín El Avileño, de la Fiscalía Provincial de #CiegodeAvila, la sometemos a consideración de los lectores de este muro. Allí está el retrato de Laidel.

“A ver , Laidel, ¿cómo hace Pánfilo?”Laidel Castillo Reyes, último año de Derecho, asistente en el Departamento de Organización y Planificación en la Fiscalía Provincial de #CiegodeAvila, se pone serio, mueve el dedo y dice:
“No, no. Dale, hazme la entrevista”.

En la conversación, Laidel confiesa que se ha enamorado del trabajo del fiscal.
“Chico, mira –dice-. Uno está equivocado con la Fiscalía. Tú piensas que los fiscales para lo único que están es para meter gente presa, y no es verdad. La Fiscalía lo abarca todo. Atiende a los ciudadanos, cuida de los derechos de los reclusos, tiene que ver con la protección a la familia y los niños, con la economía y, bueno, los delitos con Penales, que a mi me fascina.

Por qué? Bueno, chico, mira: eso de investigar, seguir el proceso, hacer el interrogatorio, levantar un misterio, lo que está detrás de un delito lo hace el fiscal, no solo el Instructor. Eso me gusta, la verdad; y lo he aprendido aquí.
Cuando me gradúe lo tengo decidido: voy para la Fiscalía. Además, te voy a decir algo: aquí me han tratado como si yo fuera de la familia, la verdad”.

“Ok, correcto”, le decimos. “Pero, por favor, viejo, dale: no te pongas bravo: ¿cómo hace Pánfilo?”
Laidel se levanta, empieza a imitarlo y de verdad: crean esto: hay que cerrar la puerta de la oficina para reírse de verdad.

Colaboración del periodista de Juventud Rebelde Luis Raúl Vázquez Muñoz.

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