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Fidel y la mujer cubana en Revolución

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La mujer cubana ha ganado un papel imprescindible en cada esfera de la vida social y económica del país, que hace muchos años atrás el eterno Fidel Castro, resaltó su rol y participación protagónico en la Revolución. No hay frase más acertada para indicar su trascendencia, en el hogar, en la garantía de la continuidad de la historia y en la tarea de formar a las nuevas generaciones sobre la base de sólidos principios y valores humanos.

Bien describe Fidel sobre la participación femenina en contextos difíciles cuando reseña: «(…) Todo el mundo sabe la tragedia que confronta la mujer y la que confronta el negro. Nos encontramos en dos sectores discriminados. Se habla, por ejemplo, de la discriminación racial, que es una verdad. No de la discriminación del sexo; de la cantidad de mujeres a las que tratan de explotar; de que se mire a las mujeres como a un objeto de placer más que como un valor social que está y puede estar a la altura del hombre (…)»

Este 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer; ese que de todos los días del año debiéramos hacernos recordar que el de ella son todos los días. Uno para celebrarlo, y entender que bien poco nos serviría si no hacemos de éste la razón para el perpetuo honrar. Cuba recuerda a sus mujeres de ayer y hoy que en la vida pública unas, en el anonimato otras, nutren la Patria de realidades hermosas y como calmante increíble curan heridas, consuelan y edifican.

La Revolución no ha sido posible sin su mano, en el discurso que realizara Fidel ante la Clausura del V Congreso de la FMC, el 8 de marzo de 1996, destacó «Sin la mujer, la obra ingente de la Revolución no habría sido posible. A lo largo de estos años difíciles, no ha habido tarea económica, social y política, no ha habido logro científico, cultural y deportivo, no ha habido aporte a la defensa de nuestro suelo y de la soberanía de la Patria, que no haya contado con la presencia invariablemente entusiasta y patriótica de la mujer cubana. Nadie como ella ha hecho los mayores sacrificios en el periodo especial que estamos aun viviendo, ni se ha empinado tanto hasta convertir en hazaña el esfuerzo cotidiano.»

Cuántas de ellas mencionar, llenaríamos incontables espacios con sus nombres colmados de virtud. Omitir uno solo no sería menos que deslealtad inconsciente. Digamos ¡mujer!, y solo así digamos Patria, Amor, Vida, Esperanza y Futuro.

En el discurso pronunciado en el acto de clausura del II Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, Teatro Lázaro Peña, 29 de noviembre de 1974 expresó:

«La Revolución tiene en las mujeres cubanas hoy día un verdadero ejército, una impresionante fuerza política. Y por eso decimos que la Revolución es sencillamente invencible. Porque cuando la mujer adquiere ese nivel de cultura política y de militancia revolucionaria, quiere decir que el país ha dado un salto político muy grande, que nuestro pueblo se ha superado extraordinariamente, que la marcha de nuestra patria hacia el futuro no la puede ya detener nadie.»

«Si en la sociedad humana ha de haber algún privilegio, si en la sociedad humana ha de haber alguna desigualdad, deben ser algunos pequeños privilegios y algunas pequeñas desigualdades en favor de la mujer.»

En su histórico alegato de defensa por los sucesos del Moncada: “La Historia me Absolverá”, Fidel Castro expresó: “Si el Moncada hubiera caído en nuestras manos, hasta las mujeres de Santiago hubieran empuñado las armas.” “Nunca fue puesto en lugar tan alto el heroísmo y dignidad de la mujer cubana.” Convencido, además, de que el rol de la mujer no terminaría con la lucha por alcanzar el triunfo revolucionario, dedicó su empeño en lograr su incorporación a la sociedad, como parte del programa de cambios sociales y económicos que se llevaban a cabo en el país. Necesaria era lograr la unidad en el sector femenino.

El 23 de agosto de 1960, se fusionaban todas las organizaciones femeninas revolucionarias y se constituía la Federación de Mujeres Cubanas, organización que aglutinaría a las mujeres cubanas en torno a la revolución. En este acto celebrado en el salón de la CTC, Fidel expresaba: “Nuestro país puede sentirse afortunado en muchas cosas, pero entre ellas, la primera de todas, por el magnífico pueblo que posee.  Aquí no solo luchan los hombres; aquí, como los hombres, luchan las mujeres”.

La celeridad de los cambios dentro del proceso revolucionario se reflejaba en el movimiento femenino cubano.  En 1966, en una reunión con la Federación de Mujeres Cubanas celebrada en la provincia de Villa Clara, nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro reflexionaba acerca de los éxitos de la fuerza laboral femenina. Entonces acotó algunas reflexiones medulares que definen, incluso, una singularidad del proceso revolucionario cubano:

“Cuando nosotros llegamos esta noche aquí, le dije a un compañero que este fenómeno de las mujeres en la Revolución, era una Revolución dentro de otra Revolución. Y si a nosotros nos preguntaran qué es lo más revolucionario que está haciendo la Revolución responderíamos que lo más revolucionario que está haciendo la Revolución es precisamente esto; es decir, la Revolución que está teniendo lugar en las mujeres de nuestro país”.  En el pensamiento y en la forma de actuar de las mujeres cubanas, puede apreciarse lo señalado por Fidel. Los programas y las políticas públicas adoptadas incentivaron su participación en el trabajo profesional, aceleraron el desarrollo de los niveles educacional, técnico y científico, propiciaron la independencia económica y la creciente incorporación a la política, al desempeño de responsabilidades de dirección.

En el discurso que realizara Fidel ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, en 24 de febrero de 1998, retoma el tema de la lucha contra la discriminación de la mujer y del papel que le corresponde a la educación en esa batalla: “Hoy en este país se respeta a la mujer, se siente hacia ellas todo el respeto al que son acreedoras, y más respeto si fuera posible; ya no depende del hombre económicamente, porque tienen su educación, son profesionales universitarias, profesoras, maestras, trabajadoras, técnicas. .. más de 60% de la fuerza técnica del país son mujeres y ganan el mismo salario que el hombre.”

 Recopilado del Periódico “Granma” por el Observatorio Social Universitario de la Universidad de Ciego de Ávila.

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