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Fiesta de libros en las universidades de Ciego de Ávila

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Contrario a otras ediciones en las que el festival ha pasado sin penas ni glorias, apenas con presentaciones ocasionales de libros y las habituales ventas en los pasillos de las universidades Máximo Gómez Báez y de Ciencias Médicas, en esta oportunidad el stand by sirvió para mirar con luz larga la organización del programa y sumar voluntades.

Quizás, ese haya sido el mayor acierto: proponer, planificar e intercambiar opiniones con el Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL) y los autores del patio, con tal de elevar la calidad de la cita. Y se logró.

El Departamento de Extensión Universitaria, liderado por Rodolfo Rivero Estrada, conformó un cronograma coherente y variado, el cual conjugó varias manifestaciones artísticas, y abogó por la promoción del hábito de lectura y el diálogo de los estudiantes con personalidades de la cultura avileña en conversatorios, peñas y lecturas.

Para la arrancada se retomó la peña Estación Burbuja, con la conducción del joven escritor Leonel Daimel García, de la que ya habíamos disfrutado antes a través de las redes sociales en Internet. El invitado, en esta oportunidad, fue Lioneski Buquet, quien en los últimos años ha acaparado titulares, por su obra tanto en verso como en prosa.

La familiaridad, el debate franco entre jóvenes con los mismos intereses creativos y el hecho de que la Asociación Hermanos Saíz (AHS), ubicada en el centro de la ciudad, se eligiera como sede, sirvieron para captar la atención del público.

escritores

El escritor avileño Félix Sánchez también estuvo en Estación Burbuja Igual suerte corrió la lectura protagonizada por Masiel Mateos, Yasmani Rodríguez, Lioneski Buquet y Eduardo Pino en Ciencias Médicas, donde el intercambio desmintió el mito de que los jóvenes leen menos ahora. En lo adelante las propuestas fueron igual de ambiciosas.

Se presentaron los libros Desafiando al tiempo, de Andrés Serantes, profesor de la Facultad de Cultura Física y Deporte, recientemente fallecido; Los toros por los cuernos, de Carlos Bienvenido Prado Pérez de Corcho; y Fidel en el Sur de Ciego de Ávila, del historiador José Martín Suárez. Además, se hicieron extensivas las ventas de ejemplares a las escuelas Águedo Morales y Ñico López.

Se organizó un encuentro entre glorias deportivas y escritores que han abordado estos temas, así como una peña dedicada a Fidel Castro Ruz y un conversatorio sobre la obra Lo cubano en la poesía, de Cintio Vitier, a quien se homenajea en la cita por conmemorarse el centenario de su natalicio este año.

A tono con las tendencias contemporáneas de consumo digital, la Facultad de Ciencias Informáticas tuvo la responsabilidad de crear una opción para descargas en la red, lo cual permitirá acceder a títulos nacionales y universales; por lo que debiera ser esta una opción que se extienda en el tiempo cuando concluya el festival.

Lo cierto es que cinco días no alcanzan para formar hábitos de lectura y mucho menos para promocionar nuestro acervo, pero, como ensayo de lo que debiera ser el FULL, activó los resortes de la colaboración institucional y puso a los muchachos frente a espacios más interactivos y dialógicos. Como evento todavía joven, construido a prueba y error, valen la inventiva y los esfuerzos porque la literatura anime todo el año nuestras universidades.

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