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Pruebas de ingreso: objetivo no cumplido

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Cuando Invasor se acercó a Lázaro Padrón Pereira, director general de Educación media superior en la provincia, para preguntarle acerca de los resultados alcanzados por Ciego de Ávila en las pruebas de ingreso a la Educación Superior, tuvo que esperar unos días, puesto que él mismo estaba enfrascado en hacer un análisis profundo.

Ahora sí podemos decir que, con un resultado general de 65,3 por ciento de aprobados, la provincia se situó por debajo del objetivo de llegar al 70, por causa del retroceso experimentando en la asignatura de historia (12,73 por ciento menos de aprobados que en 2021).

Por asignaturas puede observarse así: de un total de 976 presentados al examen de Matemáticas, aprobaron 712; de los 973 que acudieron a Español, 931; y de los 969 presentados a Historia, 729.

Al analizar los factores incidentes en el resultado general, Lázaro señala el ineficaz seguimiento a la preparación para las pruebas, “limitaciones en la preparación metodológica de los docentes, inasistencia a repasos y dificultades en la cobertura docente”, que no se comportan igual en todos los municipios.

Así, en Matemáticas, por ejemplo, Chambas presenta un retroceso de un 6,4 por ciento y Bolivia 11,1; Baraguá menos 0,6 en Español, y todos los municipios empeoran en cuanto a resultados en Historia, aunque de forma más aguda se evidencian en Bolivia, Ciro Redondo, Majagua y Ciego de Ávila.

El porcentaje de estudiantes que se presentaron a los exámenes también ha disminuido en los últimos años, compruebe aquí los datos de 2018, cuando Invasor caracterizaba el desempeño de la provincia como “amargo”.

Sobre la media provincial de aprobados se sitúan Morón, Ciro Redondo, Florencia, Venezuela, Baraguá, y el IPVCE Cándido González Morales (96 por ciento).

A los números hay que darles matices. Bien puede pensarse que el 65 por ciento es poco a lo que aspirar, sin embargo, cuando hace dos años aprobaba el 63,26 por ciento, Invasor refería que había para más, “porque la preparación durante este curso escolar se extendió más de lo habitual, porque no faltaron los medios de enseñanza y los profesores a tiempo completo, tampoco las evaluaciones exploratorias para medir cuán preparados estaban los alumnos…” En 2022 no se puede decir eso, tras más de un curso trastornado ya por la COVID-19. Esta vez, quizás, no había para mucho más.

La etapa de pruebas ya está vencida. Ahora quedan los sucesivos otorgamientos de carreras, los muchachos irán al servicio militar y las muchachas a matricular, porque en casi 20 días empieza un ciclo nuevo: la Universidad ya les espera.

Tomado del Periódico Digital Invasor

 

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