Las personas que contribuyeron a mantener el combate a la pandemia de la COVID en la Universidad avileña, opinan:
Una de las ayudantes de cocina: Sonia Ortiz Rodríguez, que se mantuvo todo el tiempo vinculada a las labores en el centro de aislamiento además de reafirmar que se extremaron todas las medidas para evitar contagios con el virus, destaca que se les prestaron todos los recursos necesarios para ello, y expresa se siente satisfecha y agradece “toda la atención que hemos tenido, de la alimentación, nos daban plato fuerte en el almuerzo y la comida, dos meriendas al día, el desayuno y todo muy bueno”.
El compañero Pedro Pérez Peña, encargado de servicios ha contribuido en sus funciones de higienización y desinfección. Él dice haberse tomado todas las medidas que están impuestas en el centro para evitar la propagación de la COVID. “Fumigamos toda el área de los departamentos donde fueron hospedados los médicos, tenemos aquí el jabón y el hipoclorito de sodio para lavarnos las manos”.
Este trabajador desde su particular opina que todos debemos colaborar, cumpliendo las medidas establecidas de la mejor manera, en estos tiempos difíciles, porque así “podremos disfrutar de un mañana en que hayamos erradicado esta pandemia, y que aprendamos a amarnos más en este mundo en que estamos viviendo”.
Mirelis Yañes Pullols, encargada de la administración del centro en la etapa de enfrentamiento, fue la responsable de recibir a todos los aislados, a los que instalaba y les leía el protocolo de seguridad. Ella mantenía el orden y la disciplina en el hotelito universitario, y dice que ellos correspondían a sus exigencias y muchos le agradecieron su persistencia. Tuvo la oportunidad de atender a un caso que después se confirmó positivo. Ella describe esa experiencia vivida:
“Cuando ella llega se queda solita, con su ramo de flores en la mano, pues era el día de su cumpleaños. Cuando yo subí a darle las instrucciones, se mantuvo a dos metros de distancia y después se quedó cerrada en su habitación y nunca más abrió la puerta. Fue la más disciplina de todos los huéspedes aquí. Salió positiva a la COVID, aunque se mantuvo asintomática. En su salida del centro se tuvo un gesto muy lindo con ella, todos la aplaudieron, los médicos desde arriba le daban voces de aliento, cosas bellas, eso fue algo hermoso, que nunca vamos a olvidar. Nadie la rechazó, al contrario, y creo que eso es algo muy bonito, pues en un momento así si un ser humano es rechazado eso tiene que ser muy difícil”.
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